El cerebro cambia según su propio pensamiento

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Entrevista al Dr. Óscar Marín

Tengo 37 años. Nací en Madrid y vivo en Alicante, donde trabajo en el Instituto de Neurociencias. Casado y con un bebé de 30 meses. La profesionalización de la política lleva a los políticos a alejarse de sus principios. Intento hacer compatible mi fe católica y la ciencia

¿La inteligencia está en el lóbulo frontal?

Es lo que nos hace más humanos, donde se halla la capacidad de anticipar y planificar. Pero no es cierto que cada parte del cerebro esté especializada.

¿La inteligencia está repartida en todas las células?

Así es, nuestra forma de elaborar ideas requiere la actividad del conjunto simultáneamente, requiere que veamos, oigamos, sintamos, pongamos en contexto nuestra memoria… Todo eso concentrado en un segundo nos permite percibir la realidad.

La realidad no existe.

Tiene usted razón, no existe, es una interpretación de nuestro cerebro, es algo muy…

… Inquietante.

E interesante, por ejemplo: yo la veo a usted pero no veo lo que me rodea. La mayor parte de las veces no vemos el 40% de las cosas que creemos que estamos viendo, el cerebro rellena todo lo que no ve, y eso ocurre con todas nuestras percepciones, incluido nuestro estado personal: nuestra experiencia pasada va rellenando nuestra vida presente.

Si pudiéramos percibir todo lo que hay en esta habitación, incluidos los ácaros, ¿enloqueceríamos?

Sí. La capacidad de filtrar el ruido, por ejemplo, distingue a los animales con el cerebro desarrollado. Los autistas tienen poca capacidad para filtrar el ruido, están abrumados sensorialmente y eso los lleva a aislarse.

Dice usted que nuestras neuronas son un caos ordenado, ¿por qué?

Ordenado, porque los cerebros de una misma especie son todos iguales hasta un detalle relativamente grosero, el plan general es básicamente el mismo. Es un caos sobre todo en el desarrollo porque, a diferencia de otros órganos en los que el crecimiento básicamente se produce por acumulación de nuevas células, en el cerebro esas nuevas neuronas tienen que desplazarse de aquí para allá y luego conectarse unas con otras.


¿Como individuos de una gran ciudad?

Sí. Durante el desarrollo del cerebro, miles de millones de neuronas se mueven en direcciones diferentes aparentemente de una forma caótica, pero todas con información precisa de quiénes son, adónde tienen que ir, a quién tienen que encontrar y con quién tienen que conectarse. Y lo más fascinante es que es un sistema que se construye a sí mismo, sin señales de tráfico, nadie dirige.

¿El pensamiento es producto del cerebro y el cerebro del pensamiento?

Sí. Nuestra forma de elaborar ideas varía nuestro cerebro. Esa idea del cerebro como un órgano estático ya se ha abandonado.

¿Entonces el cerebro está en permanente desarrollo?

Sí. Cada nuevo recuerdo o cada vivencia que ponemos en un contexto diferente significan un cambio estructural en nuestro cerebro, un cambio de conexión entre un grupo de neuronas y otro. El cerebro cambia según su propio pensamiento.

¿Sería posible dar órdenes a nuestras neuronas para que dejen de dividirse de forma loca como ocurre con el cáncer?

Es una idea interesante, no sé hasta qué punto podríamos tener tanta influencia en nuestro organismo, pero nada lo descarta. Ideas como el funcionamiento del placebo ilustran hasta qué punto somos capaces de influir a través de nuestra percepción de la realidad en nuestro sistema inmune.


¿Qué idea le revoluciona las neuronas?

Antes de que tomemos una decisión consciente tenemos neuronas de muy alto rango (que comandan a muchas otras) que son capaces de poner en marcha programas que nos van a llevar a tomar una decisión.

¿Eso se traduce en la intuición?

Sí, la intuición es nuestro cerebro trabajando en ausencia de nuestra consciencia, de nuestro raciocinio.

Siempre he tenido la intuición de que el saber ocupa lugar.

No se equivoca. Los adultos que aprenden un idioma colocan esa información solapando el área que utilizan para su idioma original. Los niños que han aprendido dos o tres idiomas tienen un área mucho más grande destinada a los diferentes idiomas.

¿El secreto está en la plasticidad (propiedad de las células de reorganizar sus conexiones y modificar los mecanismos)?

El mismo cerebro, cuando se está construyendo a sí mismo, es plástico; incluso en casos en los que fallan señales, las neuronas encuentran otra forma de llegar al mismo sitio. Puede que lleguen más tarde, y eso ya supone un impacto, pero el cerebro tiene capacidad para recomponerse, es muy determinado a la hora de hacer las cosas y es capaz de tomar rutas alternativas.


¿Hay alguna diferencia en el cerebro autista de Einstein?

Será algo muy sutil, pero probablemente esa sutileza afecte a cómo los genios perciben su entorno: igual son capaces de percibir con más claridad los detalles de cada información, mientras que el resto sólo abstraemos la información mínima necesaria.

Ya se están empezando a hacer intervenciones preconcepción.

Sí, en enfermedades muy sencillas en las que sólo hay un gen afectado, pero conseguiremos hacerlo en enfermedades complejas.

Homogeneizando cerebros en estado embrionario, nos quedaremos sin genios.

El genio entendido como la capacidad de pensar diferente, que es el componente esencial, estaría comprometido, sí.