Lago Puelo: Gaucho Antonio Gil

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A la vera de la ruta provincial n° 16, y a escasos 200 metros de la rotonda Radal, en jurisdicción de Lago Puelo, se levanta un altar en memoria del gaucho Antonio Gil, famoso correntino muerto por la policía en sus andanzas.

Abanderado con rojos estandartes y una estatuilla del “Gauchito Gil”, el monumento espera a aquel que ilusionado va a pedir por sus padres, sus hijos, sus hermanos, su salud, su trabajo o el sueño acariciado.

Cada 8 de enero – aniversario de la muerte – miles de fieles llegan a los distintos lugares donde se encuentran erigidos sus altares.

LA ESTATUA DE ANTONIO GIL

La estatua de Antonio Gil, obra del escultor chaqueño Antonio Séller, que se alza en los distintos altares, lo representa con los brazos abiertos en gesto de bienvenida.

Este escultor fue convocado mientras se hallaba trabajando en una imagen de Ceferino Namuncurá, destinada a la farmacia homónima en la ciudad de Mercedes (Corrientes).

Y viene a cuento la siguiente anécdota:

La imagen terminada de Ceferino Namuncurá se hallaba en una habitación, aguardando ser llevada a su emplazamiento. Cierta noche llegaron los gestores, para la del Gauchito Gil, y en la penumbra creyeron que la estatua de Namuncurá era una persona, incluso, uno de los visitantes saludó con un atento “buenas noches” a la artística imagen. Este hecho, por supuesto, brindó una enorme satisfacción a su escultor, que recibió así, impensadamente, el mejor homenaje a su arte.

El 21 de marzo de l982, se llevó a cabo una reunión de devotos e interesados en la Cruz Gil y allí figura como iba a ser originariamente la estatua de Antonio Gil. En el año 1987, se dio vida al proyecto, donde se convocó a ejecutar y terminar la obra que, rescatada del olvido, hoy luce orgullosa en todos los altares emplazados (F. Rainero)

ESTRIBILLO DE UNA CANCION A ANTONIO GIL

De la canción ganadora del Concurso de la Canción inédita XXV Festival del Folklore Correntino, Santo Tomé:

“ Le dijo al Sargento: “ se está muriendo tu hijo chiquito, como es inocente, voy a pedirle al Señor Benito, que lo resucite esta misma noche, aunque sé que vos me vas a matar estando en camino ya mi perdón…”

“Cruzando el PAI Ubre siento el galope del viento arisco que te dio la muerte al filo glorioso de tu cuchillo. Dicen que el Sargento sigue rezando en los espinillos por el hijo muerto resucitado al oír tu grito”

…”Cuentan que el Sargento entonces, con tronco de ñandubay hizo una cruz para Antonio, a quien mandó degollar, ya saliendo de Mercedes, con la cruz al hombro fue, mientras decía en voz baja: “perdón, Padre nuestro, amen”