Experto que predijo el terremoto en Japón dice que es el principio de una ola mundial

El terremoto que sacudió Japón y causó el poderoso tsunami es sólo el principio”, sentencia Valeri Abramov, el mismo científico que predijo el actual seismo nipón hace 14 años. Según el reputado geólogo, el planeta registra una peligrosa actividad sísmica que traerá importantes desastres naturales al Extremo Oriente ruso y al oeste de Japón, entre otros puntos geográficos. La actividad sísmica mundial no cesa (puede seguirse casi en tiempo real a través del Monitor Sísmico de IRIS) y Abramov es de los pocos que opina que los terremotos pueden predecirse.

Tras haber predicho el sismo nipón, ahora advierte sobre la posibilidad de nuevos megaterremotos y posteriores tsunamis que, en el caso de Japón, sufriría la parte occidental del archipiélago, por lo que se desplazaría hacia el oeste con respecto al seismo registrado en Sendai, afectando también al territorio ruso:

«Esperamos un fortalecimiento de la actividad sísmica a principios de este verano y a principios del otoño de 2011. Posiblemente tocará la zona ya afectada y se ampliará hacia el oeste, alcanzando la costa rusa. Y, como consecuencia de ello, habrá más tsunamis». (Traducción libre)

La intensidad de estos posibles terremotos alcanzaría dimensiones catastróficas. En concreto, Japón podría padecer, como mínimo, dos olas más de terremotos que, a juicio de Abramov, conllevarán nuevos cataclismos nucleares, habida cuenta de la gran cantidad de centrales que tiene el país. Por su parte, el territorio ruso sufriría sacudidas de intensidad no inferior a 8 grados en la escala Ritcher, concretamente en la región de Primorie, y que serían superados hasta en dos grados en la península de Kamchatka.

La falta de infraestructuras preparadas para soportar sismos en la costa rusa podrían provocar un “desastre mucho mayor que el ocurrido en Japón, esta vez destruyendo el 90-95% de los edificios”, alerta Abramov, jefe del laboratorio de geología regional y tectónica del Instituto del Océano Pacífico, anexo a la filial de la Academia de Ciencias de Rusia en el Lejano Oriente.

También se espera el despertar de volcanes inactivos y la aparición de otros nuevos, según los mapas de peligrosidad sísmica en Eurasia y Rusia propuestos hace 14 años por el profesor:

«La estructura del interior de la Tierra es compleja. En todos los continentes hay embudos tectonosféricos y su actividad provoca todo tipo de catástrofes. Según nuestra teoría, vivimos un momento de bombeo activo desde el núcleo de la Tierra hasta su corteza, y a este proceso lo llamamos el fenómeno de la activación del planeta» (Traducción libre)

Sobre otros puntos conflictivos del globo, Abramov señala un triángulo de alta actividad tectónica situado en la parte central de los Estados Unidos, entre Kansas y Louisville, donde también pronostica acontecimientos sísmicos de gran magnitud.

Vía | www.newsru.com
BWN Patagonia

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