Monsanto aprovecha la popularidad de los omega-3 desarrollando soja OGM que produce aceite de pescado falso

Por Diego Ignacio Mur Link | «Dejen tomar a Monsanto cualquier elemento bueno de la naturaleza y verán como lo corrompe, inmediatamente, con animos de lucro». De acuerdo a un reciente informe de Forbes, la multinacional biotecnologíca, y simbolo de la manipulación agricola, ha desarrollado una nueva semilla de soja, genéticamente modificada (GM), que produce artificialmente ácido estearidónico, un tipo de ácido graso omega-3. Y como es corriente, la Administración de Drogas y Alimentos de los EE.UU. (FDA) que intercambia continuamente directores y funcionarios con Monsanto, tiene previsto aprobar el nuevo «frankenstein» este año.

Monsanto introduce el ácido graso omega-3, «mejorando» el anterior aceite de soja GM (Geneticamente Modificado), y utiliza para su nuevo producto el nombre Soymega o «Aceite de Soja con ácido Estearidónico» (Aceite SDA). La corporación inventora del DDT y el RoundUp Ready (Glifosato) está realizando una maniobra de astucia estratégica mientras gran parte del mundo aún se recupera del mega desastre de Fukushima Daiichi, que dejó las aguas del océano cargadas con isótopos radiactivos.

Y no obstante los omega-3 son muy faciles de encontrar en los peces grasos del oceano, Monsanto saca ventaje del miedo perpetuo a la contaminación nuclear hoy proyectado sobre el pescado. Esta situación podría llevar a muchos a abrazar los aceites falsos de la corporación en reemplazo de lo natural.

Acorde a una carta de respuesta enviada por la FDA ante la solicitud de Monsanto pidiendo que el aceite SDA sea aprobado para su uso como aditivo alimentario, y reconocido como «seguro» (GRAS), la FDA señaló que Monsanto tiene la intención de utilizar su aceite omega-3 «mejorado» en una variedad de aplicaciones para alimentos. Esto incluye: productos de panadería, cereales para el desayuno, productos a base de pescado, postres lácteos congelados, quesos, cereales y pastas, salsas, frutas secas, pollo, jugos de frutas, productos vegetales y sopas- ¿Todo lo que vemos en las gondolas del supermercado? Sí, básicamente, todos los alimentos procesados que existen. La mayoría de los cuales, ya contienen quimicos de Monsanto.

Monsanto creó el aceite de soja GM mediante la inyección de dos enzimas específicas en los genes de la soja. Una proveniente de la Primula Juliae, un tipo de flor, y la otrao del Neurospora Crasa, un tipo de moho de color rojo que comunmente crece en el pan.  Como resultado, los granos productores de aceite SDA y ácido gamma-linolénico,  contienen dos compuestos que no pertenecen a la soja.

En su carta de solicitud original, Monsanto afirma que su compañía financió ensayos que demuestran que el aceite de SDA es seguro para el consumo humano y animal, y que «no se observaron efectos toxicológicos significativos«. Sin embargo, el informe no apunta, específicamente, a poner de relieve los efectos a largo plazo que podría tener el aceite artificial en animales o en seres humanos – se limitan a exponer que no se observó nada malo durante un período de prueba de 16 semanas -, y esto no constituye, bajo ninguna circunstancia, una cerificación suficiente como para decir que el producto es seguro para su consumo, «sin lugar a dudas», como lo hace Monsanto.

Como era de esperarse, la FDA ya concedió el estatus de «GRAS Soymega», lo que significa que el organismo reconoce las «evidencias» de Monsanto sobre la seguridad del aceite artificial, y que, esencialmente, no tiene problemas u objeciones a los mismos. Y ya que la FDA otorgó la aprobación plena al Soymega, usted comenzará ver este producto apareciendo en todo tipo de productos alimenticios.

Dato sobre el estatus GRAS (Generally Recognized as Safe) extractado de la pagina oficial de la FDA (EE.UU.): «GRAS» es un acrónimo de la frase Generalmente Reconocidos como Seguros. Conforme a los artículos 201 y 409 de la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos (Ley estadounidense), cualquier sustancia que se añada intencionalmente a los alimentos es un aditivo alimentario que está sujeto a revisión y aprobación de la FDA, a menos que la sustancia haya sido reconocida, entre expertos cualificados, como segura mediante una demostración adecuada, Este reconocimiento debe probar que el producto es seguro en las condiciones de su uso previsto, o que el uso de la sustancia de lo contrario se excluyen de la definición de aditivo alimentario. Por ejemplo, las sustancias cuyo uso corresponde a la definición de un pesticida, un ingrediente dietético de un suplemento dietético, un aditivo de color, un medicamento nuevo animal, o una sustancia aprobada para tal uso previo al 6 de septiembre de 1958, se excluyen de la definición de aditivos alimentarios. Las secciones 201 y 409 fueron promulgadas en 1958 como parte de la Enmienda de Aditivos Alimentarios de la ley. Aunque es imposible enumerar todos los ingredientes cuyo uso es generalmente reconocido como seguro, la FDA publicó una lista parcial de ingredientes alimentarios cuyo uso es generalmente reconocido como seguro para ayudar a la comprensión de la industria de lo que no requiere aprobación. Leer más: Preguntas frecuentes sobre GRAS, Programa de notificación GRAS, de la FDA.

¿Todos los desastres ocurridos en el océano en los últimos años operarán como un catalizador para obligar a la gente a consumir variedades artificiales, patentadas, de ácidos grasos omega-3?

Estrategia de Marketing

Entre el «Deepwater Horizon» de BP (British Petroleum), el desastroso derrame de petroleo en el Golfo de México producido por la corporación hidrocarburifera britanica en abril de 2010, y el terremoto y posterior tsunami que asoló la Central Nuclear de Fukushima Daiichi en Japón, en marzo del 2011, muchas poblaciones de peces en los océanos del planeta se vieron gravemente contaminadas. A esto debe añadirsele el perpetuo envenenamiento por mercurio y otros contaminantes que afectan y afectaron durante muchas decadas la vida marina. Para unas cuantas personas, los productos del mar resultan cada vez menos atractivos, menos seguros y menos «saludables» como proveedores de ácidos grasos omega-3.

Ahora, introduzca a Monsanto: Presentando su variedad de Soja Transgenica productora de omega-3 como una alternativa más segura y saludable que  el aceite natural de los mariscos o pescados.

Monsanto, podría ganar una enorme cantidad de utilidades mientras redireciona la preferencia del público desde el Omega-3 natural a su producto patentado.

El mismo artículo de Forbes que anunció la llegada de Soymega de Monsanto también menciona que las especies marinas pueden estar contaminadas con toxinas, y también sugiere que los Omega-3 derivados del pescado son responsables del agotamiento de las poblaciones de peces, lo cual estaría dañando al medio ambiente. ¿Ve usted como arman todo?

Es muy conveniente que los omega-3, de pronto, sean más populares que nunca. Monsanto, en conjunto con la FDA y los medios de comunicación, están coordinando un ataque contra el renovado impulso de la humanidad para regresar a las fuentes alimenticias naturales y organicas, entre ellas la de los ácidos grasos omega-3.

Esta colosal operación tiene la finalidad de lavar cerebros y formatear la opinión pública para que acepte como más seguras las variedades artificiales.

Y en este caso en particular, por conseguir que el aceite SDA se introduzca en todo el suministro de alimentos. Y la herramienta que utilizaran para hacerlo, es la utilización del aparato de marketing que controla la información sobre la Tierra: Es muy probable que muy pronto, el público acepte los transgenicos como algo beneficioso.

Monsanto está claramente empeñado en controlar todos los alimentos, y en esta ocación, captar el mercado de omega-3 a través de su nuevo aceite de soja. Después de todo, el aceite de soja se ha transformado en un componente básico para la mayoría de los alimentos procesados ​​de América, y se considera un aditivo de «enriquecimiento» para los panes y cereales, platos de verduras y comidas rápidas. Ahora, con la campaña Soymega, el público en general será menos propenso a comprar pescado para beneficiar su salud. Y el resultado final será un mayor control de la oferta de alimentos entregado a Monsanto, y una menor disponibilidad de recursos naturales de omega-3 en el mercado.

Por Diego Ignacio Mur
Para BWN Patagonia

Fuentes: Forbes, FDA.

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