Un «Mosquito» Electrónico Para el Cuidado de los Diabéticos
Un parche en la piel podría llegar a ser algún día una alternativa menos invasiva para los diabéticos que regularmente necesitan tomar muestras de su propia sangre y así comprobar sus niveles de glucosa. El método común de extraer sangre de las yemas de los dedos y el uso de las cintas analizadoras de glucosa puede ser doloroso, inconveniente y hacer perder demasiado tiempo.
Unos ingenieros eléctricos de la Escuela Schulich de Ingeniería en la Universidad de Calgary han patentado un dispositivo llamado Mosquito Electrónico. El parche es aproximadamente del tamaño de una baraja de cartas y contiene cuatro microagujas que pinchan al usuario secuencialmente a intervalos programados. Las agujas se controlan electrónicamente para penetrar en la piel a una profundidad suficiente que permita tomar una muestra de la sangre de un vaso capilar, pero sin alcanzar tanta profundidad como para llegar a un nervio. Esto significa que los pacientes experimentarían poco o ningún dolor. El parche podría llevarse en cualquier parte del cuerpo en la que sea posible obtener lecturas precisas de la sangre capilar.
Un sensor en cada celda del Mosquito Electrónico mide los niveles de azúcar en la sangre. Estos datos pueden ser enviados entonces por conexiones inalámbricas a un dispositivo remoto tal como un ordenador o un instrumento supervisor llevado en la muñeca. El sistema incluso podría activar una alarma para alertar a pacientes o personal médico cuando los niveles de azúcar en sangre entrasen en la zona de peligro.
Ésta es una gran mejora para la vida cotidiana de los diabéticos, sobre todo para los niños y los pacientes de edades avanzadas.
El enfoque que con este dispositivo han adoptado Martin Mintchev (director del Laboratorio de Instrumentación de Baja Frecuencia en la Escuela de Ingeniería Schulich) y su equipo es muy alentador y ofrece una solución fiable y con pocos inconvenientes, tan sólo el de tener que llevar algo similar a una venda adhesiva en la piel.
Mintchev trabajó tres años en el diseño del Mosquito Electrónico junto con Karan Kaler, director del Laboratorio de Sistemas Biomicroelectromecánicos de la Escuela Schulich. Su próximo paso es miniaturizar más los componentes del Mosquito Electrónico, para así poder colocar más agujas en el parche. Actualmente, alberga cuatro agujas, por lo que el parche necesitaría ser cambiado por lo menos una vez al día. Al agregar más agujas se conseguiría que los pacientes pudiesen llevarlo durante períodos más largos de tiempo, o bien que éste examinase su sangre con más frecuencia, incluso mientras durmieran.