Pamela Permingeat la militante PRO glifosato. Por Bella Mayer



La acérrima militante del PRO Pamela Permingeat dedica su tiempo libre a difamar periodistas y científicos de renombre mundial minimizando la toxicidad (entre otros agroquímicos) del Round Up Ready (Glifosato) y lo hace refutando evidencias científicas sobre este problema en redes sociales como Facebook y blogs influyendo sobre cientos o miles de personas. La ahora macrista Pamela Permingeat comenzó simpatizando con Monsanto allá por el 2009, cuando todavía no estaba capacitada para ejercer como «Ingeniera Agronoma», desde entonces sostenía que «la aspirina es peor que el glifosato», justo durante el mismo año que cientificos y ambientalistas argentinos solicitaban a la Corte Suprema la prohibición del Round Up Ready por provocar malformaciones fetales y cancer. Ya en el 2011, pasados 2 años, esta mujer no aprendió ni leyó absolutamente nada sobre los nuevos estudios que se amontonan contra los herbicidas. A rajatabla, Permingeat continúa su lucha incanzable por defender los agroquimicos de Monsanto, respaldada por agrupaciones macristas.

Como escudo y bandera de su lealtad a Monsanto Pamela Permingeat esgrime su precario titulo de Ingeniera Agrónoma que no la faculta para vertir opinión sobre temas complejos en genética, biología molecular o biotecnología, mucho menos con la profundidad necesaria para, en todo caso y de ser posible, burlarse de expertos en la materia, pero lo hace ella sin dudar, con el respaldo silencioso del PRO.

Mientras el planeta se aterroriza con el libro (más tarde documental en video) “El Mundo Según Monsanto” y Marie Monique Robin acaba de lanzar su nueva obra: “Nuestro veneno diario”, y mientras otros miles de científicos luchan contra las corporaciones como Cargill brindando certezas matemáticas, biotecnológicas y medicas sobre la peligrosidad de los agrotóxicos, Pamela Permingeat rechaza enfáticamente cualquier declaración que sea “contra el campo”, e incluso intima en blogs ecológicos diciendo que brindara su apoyo “siempre y cuando defendamos al campo”, “Argentina se levanta con el campo, nunca contra el campo”, exclama Pamela Permingeat quien no está defendiendo al campo sino a Monsanto.

Nuevamente y tras cada declaración de esta macrista en paginas de Facebook, el PRO guarda silencio, y eso que Permingeat se manifiesta en un grupo que reúne casi 400 cuadros del PRO.

Y como sucede tras cada denuncia por difamación o censura a periodistas o individuos por parte de «los leales a Mauricio Macri», o incluso por amenazas e intimidaciones realizadas en el mismo grupo y en paginas independientes, el PRO calla. Y como dice el refrán: “el que calla, otorga”.

Como sabrán recientemente censuraron por segunda vez una cuenta de Facebook del director de BWN Patagonia, Diego Ignacio Mur, y nuestro medio denunció dicha censura como obra de los administradores de la pagina oficialista 678 (en Facebook) respectivamente.

Sin embargo la primera vez que censuraron a Diego Ignacio Mur (cerrándole también una cuenta de Facebook) lo hicieron desde la pagina del PRO Córdoba, y una joven colaboradora de este diario, en su ingenuidad, quiso evacuar dudas posteando en el grupo (SOY DEL PRO Y BANCO A MACRI) lo siguiente (“tratando de sacar de mentira verdad”, según explica Carola Noble):

“ya sabemos que fueron ustedes los que denunciaron la cuenta del dueño de BWN Patagonia y estamos hablando con Esteban Bullrich para que se tomen medidas!! También con diputados y hasta con mauricio!! :)”.

A continuación la única respuesta del grupo fue escrita por Pamela Permingeat quien pareciera reconocer la culpabilidad de ese grupo al contestar:

“Estimada Carola, nose como decirte ésto para que no te caiga mal, pero soy ingeniera agronoma y he leido cosas en BWN que no coinciden con lo que la facultad (publica) me ha enseñado, mas específicamente con la utilización de agroquímicos. Espero que no te caiga mal, Saludos”. (Dejamos las faltas de ortografía originales de la autora)

Entonces ¿Está diciéndonos que fue el PRO fue quien censuró a BWN Patagonia por “ofender” los intereses de Monsanto? ¿O parece?

Según las absurdas declaraciones de Pamela Permingeat «La aspirina puede matar mas que el glifosato». Fue lo que dijo cuando desnudó su fanatismo por Monsanto al realizar estas declaraciones sin haber realizado su tesis para comenzar a operar como ingeniera agrónoma. Ocurrió en octubre del 2009, mediante una presunta entrevista que le habrían realizado en un blog gratuito que BWN Patagonia encontró en la red (lo mencionamos en futuro imperfecto porque, en lo que a nosotros respecta ella misma podría ser la dueña del blog, auto-entrevistandose)

“Pamela Permingeat es teodelinense” y al menos en aquel tiempo residía “en Balcarce”, según el blog.

El haber terminado su carrera de ingeniera agrónoma, y sin haber presentado la tesis que le permitiría ejercer profesionalmente, calificaba a esta mujer como “una voz autorizada para opinar sobre el tema glifosato» (otra vez, según el blog). Y ella aprovechó la oportunidad: “Me parece que hay un poco de información errónea”, dijo Permingeat aludiendo, no a las denuncias científicas sino a “lo que especifica la ley», tras un análisis parcial y tragicómico, y contradiciéndose agregó que sus dichos sobre el glifosato eran «una opinión suya”. Para rematar la amante del Round Up Ready mintió: “se le da -con un caño- al glifosato y éste producto es uno de los menos nocivos que hay dentro del ámbito de los pesticidas”. Más adelante y tras el juego de palabras y números filtrados que el blog enseña, la conclusión a la que arribó Permingeat fue aún mas incoherente: “se necesita menos aspirina que glifosato para morir”.

Remarcando su defensa a Monsanto la ingeniera continuó: “El glifosato (cuyo nombre comercial es Round up), además no posee residualidad: una vez aplicado en 24 o 48 horas se descompone en el ambiente”.

Todo lo dicho por Pamela Permingeat en este blog (arriba enlazado), es una mentira flagrante. Una verdad a medias, fuera de contexto e información hábilmente manipulada para mentir a favor de la corporación Monsanto.

El daño que produce el glifosato a los seres humanos y al medioambiente no puede medirse bajo los parámetros fijados por esta militante del PRO. Es necesario estudiar el impacto ambiental en un plazo y áreas mas extensos que durante un experimento de 5 minutos con ratas en un laboratorio.

Por otra parte, el glifosato está diezmando a las abejas, un efecto directamente dañino para la supervivencia del ser humano y la flora del planeta.

  • ONU «La globalización influyó en la desaparición de abejas»
  • Pesticida de Bayer altera la cadena alimentaria y lo prohíben
  • Piden la prohibición de plaguicidas para salvar a las abejas
  • 8 formas en las que Monsanto destruye y destruyó nuestra salud

Los cultivos transgénicos utilizan genes modificados y contaminados con agentes externos. Estos elementos terminan mutando la flora intestinal:

Como bien saben Binner, Buzzi, el PRO y Permingeat, la flora benéfica de nuestro intestino se duplica en número cada 20 minutos y nuestro cuerpo contiene miles de millones de estas bacterias. Así, que si usted no tenía un buen motivo para realizarse una limpieza de colon ante una enfermedad, los agrotoxicos y los alimentos modificados genéticamente nos ofrecen una razón de peso.

Los residuos de agrotoxicos en la comida, crean depósitos de proteínas anormales y pueblan el intestino con pesticidas que hacen mutar nuestra flora intestinal volviéndola contra el organismo y produciendo cáncer (entre otros males).

Dato: Es importante que por medio del aseo del colon, nos deshagamos de las bacterias mutantes generadas por el glifosato (entre otros quimicos) y las repongamos con las benéficas revirtiendo el problema. Dejar de lado el consumo de alimentos contaminados con residuos del glifosato y modificados genéticamente requiere mucha atención a la hora de comprar nuestros víveres. Gracias a gente como Hermes Binner, Soros, el Grupo Einstein, Grobocopatel o la Mesa de Enlace, cerca del 90% de los alimentos son productos modificados, o poseen elementos derivados de cultivos GM (A propósito del término, el título de “genéticamente modificados” es incorrecta pues en realidad, se le incorporan uno o más genes al genoma del cultivo, utilizando un vector que contiene otros genes, incluyendo como mínimo, promotores virales, terminadores de transcripción, genes de resistencia antibiótica y otros, dependiendo del producto del que se trate y no se sabe si pueden modificar la seguridad del cultivo o cuales repercusiones inmediatas o a largo plazo podrían tener en la salud de los animales, insectos, de otras plantas y de los seres humanos).

La realidad es que el Round Up Ready de Monsanto se utiliza graciosamente en jardines, granjas, parques y cultivos transgénicos (sembradíos de soja principalmente), y que según los expertos sobre toxicidad del glifosato uno de los ingredientes supuestamente «inertes» del Round Up, mata las células humanas: Particularmente las de los embriones, la placenta y el cordón umbilical.

Pamela Permingeat, militante del PRO y de Monsanto.

Estos hallazgos que como bien saben los lectores de BWN Patagonia, son la punta del Iceberg, intensificaron un debate sobre los llamados «inertes» – los solventes, conservantes, surfactantes y otras sustancias que los fabricantes añaden a los plaguicidas. Cerca de 4.000 ingredientes inertes fueron aprobados para su uso por la corrupta Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (que intercambia funcionarios con Monsanto y otras corporaciones biotecnológicas, un fenómeno llamado “puertas giratorias”) Ver «El Mundo según Monsanto»

Uno de los ingredientes inertes del Round Up, específicamente, el tallowamine polietoxilados o POEA, es el más mortal para las células embrionarias del cordón umbilical, y la placenta, siendo aún mas nocivo que el herbicida en sí mismo. Los científicos tildaron de «asombrosa» esta constatación.

«Esto confirma claramente que los [ingredientes inertes] en las formulas de Roundup no son inertes», escribieron autores de un estudio de la Universidad francesa de Caen. «Por otra parte, las mezclas resultantes de los agrotóxicos con otros elementos en los comestibles comercializados en el supermercado, podrían causar daños celulares y hasta la muerte [acorde a los] niveles residuales». La fuente de estos residuos se encuentra en cultivos tratados con Roundup, como la soja, la alfalfa y el maíz, o incluso céspedes y flores para jardines.

Pamela Permingeat, militante del PRO y de Monsanto.

El equipo de investigación estimó que el Roundup causa problemas en el embarazo al interferir con la producción de hormonas, lo que puede dar lugar al desarrollo anormal del feto, produciendo bajo peso al nacer o abortos involuntarios.

Monsanto, fabricante del Roundup, afirma que los métodos utilizados en dicho estudio no reflejan las condiciones reales y que su producto, que se ha vendido desde 1970, y que es seguro cuando se usa como se indica. «Cientos de estudios realizados durante los últimos 35 años se han ocupado de la seguridad de glifosato», miente Monsanto.

Miente y podemos decirlo con libertad. Monsanto miente, al igual que Pamela Permingeat del PRO. Monsanto acaba de perder un juicio por defender esta mentira.

El equipo francés, dirigido por Gilles-Eric Seralini, un biólogo molecular de la Universidad de Caen, dijo que sus resultados pusieron de manifiesto la necesidad de que los organismos de salud reconsideren la seguridad de Roundup. «Las autorizaciones para el uso de los herbicidas Roundup deben ser revisados con claridad ya que sus efectos tóxicos no solo son independendientes, sino que se multiplican por otros compuestos utilizados en las mezclas», escribió el equipo de Seralini.

Gilles-Eric Séralini, docente de biología molecular en la Universidad de Caen, en Francia y presidente del Consejo Científico de Investigación Independiente en Ingeniería Genética (CRIIGEN), es un investigador de primera línea acerca de los riesgos de los transgénicos. No produjo mucha sorpresa que él y su equipo se convirtieran en blanco de una concertada campaña difamatoria en la cual fueron actores muy activos MonsantoEFSA (la Autoridad de Seguridad Alimentaria de Europa), y asociaciones científicas representando la biotecnología en Francia, la Asociaciòn Francesa de Empresas de Biotecnología y el Consejo Superior Francés en Biotecnología.

Desde el año 2009 hasta el 2011 torturaron a Gilles-Eric Séralini, quien finalmente querelló a sus perseguidores y ganó un juicio marcando una victoria mundial contra los transgenicos y el Round Up Ready.

En el año 2009 (mismo año en que Pamela Permingeat del PRO defendió en un blog al producto de Monsanto) la controversia acerca de la seguridad del herbicida entró en erupción en la Argentina, que sigue siendo uno de los mayores exportadores mundiales de soja transgenica. En mayo de ese año, un grupo ambientalista solicitó a Corte Suprema de Argentina que prohíba temporalmente el uso de glifosato luego de que un científico argentino y activistas locales reportaron incrementos en la incidencia de bebes con defectos de nacimiento y cáncer en personas que vivían cerca de las fumigaciones áreas. Los científicos también vincularon al glifosato malformaciones genéticas en anfibios. Además, en el año 2008 en Suecia, un equipo científico encontró que la exposición al glifosato constituye un grave factor de riesgo para las personas ya que el químico los induce a desarrollar el Linfoma no Hodgkin.

El término «ingredientes inertes» es a menudo engañoso, de acuerdo con Caroline Cox, quien fuera directora de investigación del Centro de Salud Ambiental de EEUU en el 2009, una organización ambiental con sede en Oakland. La ley federal clasifica como «inertes» a los ingredientes de los pesticidas que no dañan a las plagas, dijo. “por lo tanto, no son necesariamente biológica o toxicológicamente inofensivos para los humanos- simplemente no matan a los insectos o malezas”.

Ya en el 2009 se habian hallado ingredientes inertes que afectan la salud humana. Muchos fenómenos amplifican los efectos de los ingredientes activos, ayudándoles a penetrar la ropa, equipos de protección y las membranas celulares. Las “mezclas” aumentan su toxicidad. Por ejemplo, un equipo croata descubrió que una formulación herbicida que contiene atrazina causa daños en el ADN, lo que puede conducir al cáncer, mientras que la atrazina por sí sola nunca lo hace.

Bella Mayer
BWN Patagonia

Leave a Reply

Your email address will not be published.