Las abejas sellan colmenas para protegerse de Monsanto, pero no es suficiente.

Jeff Pettis, entomólogo en el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, dice que las abejas están tomando medidas de emergencia para proteger sus colmenas de los pesticidas de Monsanto, por ejemplo, enterrando o sellando las celdas de las colmenas con polen para ponerlas fuera de servicio y proteger al resto de la colmena de su contenido. Ocurre que el polen almacenado en las celdas selladas contiene niveles mucho más altos de pesticidas y otros productos químicos dañinos, en comparación con el polen almacenado en las células vecinas, que es utilizado para alimentar a las abejas jóvenes. “La desaparición de abejas ya es un problema global”, hace alusión a la disminuición de la producción de semillas en un 90% a consecuencia de la desaparición de estas, por ahora nada aparentemente extraño, hasta que poco después de leer la noticia en la web Globalresearch.ca un titular llama profundamente la atención, “Monsanto está poniendo fuera del alcance las semillas normales”

Citado por The Guardian, Pettis dice que este es un hallazgo novedoso que implica que las abejas están sufriendo los pesticidas en el ambiente y respondiendo en consecuencia. Su respuesta: encapsular el polen sospecho, aquel en el que perciben que algo está mal. Curiosamente, las abejas también están sellando el polen que contiene sustancias utilizadas por los apicultores para controlar plagas como el ácaro varroa. Sin embargo, estas sustancias pueden ser perjudiciales para las abejas.

El ácaro varroa, que absorbe la hemolinfa de los insectos disminuyendo su masa corporal, ha matado a miles de millones de abejas, por ejemplo en el Reino Unido desde 1992 y fue vinculado con el desorden de colapso de la colmena que mató a otros tantos miles de millones en Estados Unidos. No obstante, añade Pettis, estos esfuerzos parecen ser en vano, pues las celdas selladas han sido encontradas en colmenas que eventualmente perecieron.

El fenómeno del sellado de las celdas de polen fue registrado por primera vez en un artículo científico de 2009 y desde entonces acorde al crecimiento de los cultivos transgenicos y pesticidas de Monsanto, los científicos han constatado este comportamiento con mayor frecuencia y con los mismos resultados: la muerte de la colmena. Las abejas que sepultan las celdas de polen son las que ejercen como cuidadoras, a diferencia de las abejas que salen a recolectar polen de las plantas.

Según Pettis, parece que las abejas que recogen el polen quizá no detectan los altos niveles de glifosato cuando lo hacen. Sin embargo, una vez almacenado, el polen es sometido a cambios sutiles como la falta de actividad microbiana, en comparación con el polen que tiene menos residuos de plaguicidas, lo cual podría estar implicado en el desencadenamiento del comportamiento que las lleva a sellarlo.

The Guardian
BWN Patagonia

Nota: El diario britanico The Guardian defiende a las corporaciones omitiendo los nombres de los productos responsables del biocidio.

Monsanto contra la biodiversidad que hace posible la existencia de seres humanos
Por Celeste Fassbinder

Uno de los principales causantes de la muerte de millones de abejas es el Síndrome de DDC (Deficiencia Cognocitiva de Camino), las abejas succionan el polen de flores producidas por plantas transgénicas de Monsanto, pierden el sentido direccional y de orientación, siendo incapaces de regresar a sus colmenas muriendo en el camino.

Un estudio realizado por Dirk Babendreier desde la SADA (Sociedad Argentina de Apicultores) acerca de los efectos del polen de un maíz transgénico con capacidad de segregar una toxina insecticida Bt, sobre el desarrollo de la glándula hipofaríngea de las obreras adultas demostró que esta glándula disminuyó significativamente en dichas abejas. En Alemania se llevó a cabo una investigación según la cual determinó que existe una clara relación entre la salud de las abejas y la proteína Bt de los cultivos transgénicos Bt. Al parecer, tras el ataque de determinados parásitos, el intestino de las abejas es mucho más sensible a Bt, generándose daños significativos.

En unos estudios que se realizaron a las abejas que recolectaron polen transgénico se encontraron enfermedades en el tracto digestivo, el rasgo más alarmante es que el intestino grueso y el aguijón decoloraron al negro frente al color opaco normal, esto sería el sinónimo de un cáncer de colon en los seres humanos.

Curiosamente la desaparición de las abejas fué primero percibida en Estados Unidos, primer país donde Monsanto impulsó el cultivo de plantas transgénicas.

La agricultura ecológica, mientras tanto, no afecta a estos animales. La agricultura orgánica mantiene la diversidad de los ecosistemas y preserva la calidad de los alimentos producidos.

Es evidente que la principal razon de la disminución de las abejas es por la ingestión de proteínas de los OMG (Organismo Modificado Genéticamente.

Cabe destacar la importancia y la enorme dependencia que tiene la especie humana con respecto a la biodiversidad y los ecosistemas, que se verían gravemente alterados por la ausencia de las abejas.

«Si la abeja desapareciera de la Tierra, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida».

Albert Einstein

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