Hermes Binner, el triste gobernador de Santa Fe que disfruta la sodomía por parte de corporaciones globales a cambio de réditos políticos y financieros, pareciera no tener limites a la hora de cuidar sus intereses económicos resguardando a Monsanto, la siniestra corporación creadora de los cultivos geneticamente modificados, las semillas transgenicas, el Round Up Ready (glifosato) y la Hormona de Crecimiento Bovino (entre otros inventos devastadores como los transformadores de PCB o el agente naranja utilizado en Vietnam que diezmó incluso al ejercito norteamericano). Conocé los productos que «La Mesa de Enlace» y Hermes Binner utilizan para envenenar a la población argentina. Ademas de otras substancias peligrosas. ¡Y eso que el gobernador santafecino es medico!

Si bien muchos de estos productos están permitidos en toda la Argentina, recae sobre Binner una mayor responsabilidad.

• 1) Es medico.
• 2) Es gobernador de una provincia que produce muchos de estos elementos.
• 3) Defiende estos productos que muchas veces causan la muerte por intoxicación.

Como bien sabe Hermes Binner, la flora benéfica de nuestro intestino se duplica en número cada 20 minutos y nuestro cuerpo contiene miles de millones de estas bacterias. Así, que si usted no tenía un buen motivo para realizarse una limpieza de colon ante una enfermedad, los alimentos modificados genéticamente nos ofrecen otra razón de peso. Para revertir este problema, debemos hacer una limpieza exhaustiva del colon, ya sea de forma casera con un enema de agua tibia o con un colónico practicado profesionalmente. También es buena idea resembrar bacteria benéfica en el colon después de la limpieza, para lo cual se recomienda el uso de probióticos acidófilos en cápsulas o tomando yogurt o jocoque producido naturalmente. Claro que debemos estar atentos a los alimentos modificados genéticamente para no caer en el error de consumirlos inadvertidamente. La limpieza regular y profunda del colon sirve para limpiar los depósitos de proteínas anormales y posiblemente para liberar gran cantidad de pesticidas que pueden estar poblando el intestino. También es importante que por medio del aseo del colon, nos deshagamos de las bacterias mutantes y las repongamos con las benéficas revirtiendo el problema. Evitar los alimentos modificados genéticamente requerirá nuestra atención a la hora de comprar nuestros víveres porque gracias a gente como Hermes Binner o la Mesa de Enlace, cerca del 90% de los alimentos de abarrotes y de frutas y verduras son productos modificados. A propósito del término, el título de “genéticamente modificados” es incorrecta pues en realidad, se le incorporan uno o más genes al genoma del cultivo, utilizando un vector que contiene otros genes, incluyendo como mínimo, promotores virales, terminadores de transcripción, genes de resistencia antibiótica y otros, dependiendo del producto del que se trate y no se sabe si pueden modificar la seguridad del cultivo o cuales repercusiones inmediatas o a largo plazo podrían tener en la salud de los animales, insectos, de otras plantas y de los seres humanos.

• PROHIBIDOS EN EUROPA (1) Alimentos modificados genéticamente: Aunque mucha gente en la Argentina ha sido advertida sobre la peligrosidad de los alimentos transgénicos, las presiones agro-industriales de corporaciones como Monsanto, compran voluntades impulsando su comercialización. El problema con los alimentos modificados genéticamente (además del glifosato que estimula la muerte de las células de embriones humanos y persiste en la soja hasta llegar a las góndolas del supermercado) es que los gobiernos de provincias sojeras ocultan permanentemente información sobre el perjuicio de estos alimentos para la salud: Cáncer, infertilidad (principalmente). Las investigaciones son cajoneadas por gobernadores como Binner, que en su caso tiene doble responsabilidad por ser medico y saber perfectamente que el uso generalizado de Alimentos GM produce múltiples efectos negativos en los consumidores. En otras palabras, la reciente investigación sobre grasas transgenicas deberían ser motivo suficiente para mantener al menos precaución a la hora de incluirlas en nuestra cadena alimentaria. Sin embargo, el mayor riesgo de los transgénicos está representado por la polinización cruzada y los no previstos efectos recombinantes con otros genes, en mutaciones que sufren otros cultivos o las hierbas silvestres aledañas que pueden adquirir la resistencia al componente del herbicida, volviéndose incombatibles o requiriendo cada vez mayores cantidades de herbicidas con la consiguiente erosión de los suelos y contaminación del agua. La biodiversidad y el ecosistema son en este caso los más perjudicados, dado que las plantas transgénicas tienen efectos importantes sobre las comunidades de insectos y otros animales, pueden dañar considerablemente otras especies vegetales al provocar la migración de estos insectos hacia ellas o pueden terminar por extinguir las especies originarias por cruzamiento y mayor resistencia genética, así como la propagación de las mencionadas “malas hierbas súper resistentes” y todas las alternativas posibles de insospechados cruzamientos y combinaciones con otros genes. El daño a los ecosistemas y la biodiversidad natural se potencia con los consecuentes daños a la biodiversidad cultural, por ello los cuidados en este aspecto también deben extremarse (distancia de polinización, cercas de aislamiento, estudios de impacto sobre las demás comunidades) y no abandonarse en ningún momento porque cualquier variable puede desatar daños irreparables en el siempre imprevisible “largo plazo”.

Para tener en cuenta:

Infertilidad: Investigadores científicos demostraron que los organismos modificados genéticamente son dañinos para los mamíferos. Los expertos descubrieron que los animales que comen alimentos modificados geneticamente pierden su capacidad para reproducirse.

Flora intestinal: Las minúsculas bacterias benéficas que pueblan nuestros intestinos son la línea de vanguardia de nuestro sistema inmunologico. Nos protegen contra una enorme cantidad de problemas y enfermedades: Desde las alergias hasta enfermedades graves como el cáncer. Estos males son detenidos por nuestra flora intestinal. Los alimentos modificados genéticamente ingresan a nuestro organismo por la vía digestiva y son capaces de alterar nuestra flora intestinal y modificar la forma en que actúa para protegernos. La modificación que sufre nuestra flora intestinal con los alimentos modificados genéticamente, no sólo nos vuelve vulnerables a las enfermedades, sino que produce mutaciones genéticas en nuestro organismo, lo que podría ser la fuente de problemas graves e impredecibles de salud. La flora intestinal que se supone es nuestra línea de defensas, puede convertirse en una gran fuente de toxicidad para el organismo. Ingerir una sola porción de soja modificada genéticamente es todo lo que se necesita para observar un cambio a nivel genético de nuestra flora intestinal. En Santa Fe, el ganado come granos modificados que producen trastornos en su carne y en la leche que consume el público. Esta intensa contaminación interna del colon se cree, es causante de la exterminacion de las abejas que viven cerca de los sembradíos modificados genéticamente, que mueren en grandes cantidades. Y las autopsias practicadas a las abejas enseñan que muren por una enfermedad parecida al cáncer de colon.

• PROHIBIDOS EN EUROPA (2) Plaguicidas en los comestibles. Argentina jamás ha actuado contra los peores plaguicidas que típicamente se encuentran como residuos en la cadena alimentaria. En Europa, se aprobó la prohibición de 22 plaguicidas que actualmente se utilizan en Santa Fe. Hermes Binner pretende ignorar la evidencia científica y medica que señala una toma de medidas urgentes contra los plaguicidas, ya que se sabe, causan daños a la salud. No obstante, el gobernador santafecino habla de «desmistificar» a los agrotoxicos que actualmente se encuentran en cualquier estudio de alimentos.

Cancer: Diversos estudios han relacionado la ingesta de productos alimenticios con residuos de agrotoxicos con el incremento de cáncer de mama y colon. Además de problemas de reproducción en animales y seres humanos. Abortos espontáneos y malformación fetal.

• PROHIBIDA EN EUROPA (3) Hormona de Crecimiento Bovino: Esta droga, conocida como la rBGH por sus siglas, no está permitida en Europa. Por el contrario, la lucha de los activistas y muchos médicos de Santa Fe se remite a pedir que al menos etiqueten los alimentos orgánicos como «libres» de esta hormona (que causa mastitis sangrado y pus en las vacas, por lo cual la leche debe ser más tarde bombardeada con antibióticos inmunizando a los seres humanos sin necesidad), o que por el contrario identifiquen a los alimentos que poseen esta hormona. Frente a una enfermedad los antibióticos no surten efecto en las personas, ya que los consumidores ingirieron litros de antibióticos con los productos con la rBGH. Los lácteos que han sido producidos utilizando esta hormona también producen cáncer de mamas y cáncer de próstata.

• PROHIBIDO EN EUROPA (4) Pollos tratados con cloro: Lotes de pollos descompuestos re-procesados con cloro y otros químicos que están siendo usados para “blanquear” la carne de las aves, ponen al descubierto un delito inédito que atenta contra la salud de miles de ciudadanos de forma indiscriminada, hecho que no activa ninguna alerta en las autoridades «socialistas» de Santa Fe, comandadas por Hermes Binner. Si bien el cloro o el hipoclorito de sodio son usados en algunos casos para la contabilización de agua, no resulta apropiado en el caso de los alimentos, en vista de que puede causar irritaciones en la vía digestiva, la lengua, la mucosidad bucal, el tracto digestivo y el estómago. Además del cloro, se utilizan otras substancias bioacumulativas prácticamente desconocidas para la mayoría de ciudadanos, pero que sin embargo son populares productos químicos involucrados en la calidad de los alimentos. Estas substancias son introducidas en la carne animal y constituyen una manipulación incorrecta de materias primas contaminadas, a través de las cuales finalmente afectan la salud de los consumidores.

• PROHIBIDO EN EUROPA (5) Productos químicos dañinos para la salud en contacto con los alimentos. Los ftalatos y bisfenoles de plástico son «muy beneficiosos» porque ayudan a los fabricantes crear productos de plástico con la suavidad y moldeabilidad necesaria para cumplir con ciertas «necesidades del consumidor». Pero estos aditivos entran en contacto con alimentos y los químicos de los plásticos se mezclan con los líquidos de algunos comestibles. Es allí donde comienzan los problemas. En Argentina y sobre todo en Santa Fe, es muy regular el uso de productos químicos que están en contacto con los alimentos. Sin embargo, el nivel de aprobación es diferente. En Europa, el principio de precaución exige que los proveedores de productos químicos demuestren su seguridad, bajo la pena de prohibir la comercialización de sus productos. En Santa Fe, los ftalatos en los juguetes, y el bisfenol-A siguen utilizados para su uso en contacto con alimentos y no estan sujetos a ninguna regulación estricta de uso.

• PROHIBIDO EN EUROPA (6) Stevia, «el edulcorante natural»: En Argentina se llama edulcorante «natural» al Stevia, como si fuese un aditivo alimentario. Se vende como suplemento dietético. Sin embargo este producto fue prohibido en Europa por que causa perturbaciones en la fertilidad y otros impactos negativos para la salud. Sin embargo, se atribuye al edulcorante el poseer efectos potencialmente sanos para la salud. ¿Es este un caso que deba depender de la elección del consumidor?

• PROHIBIDOS EN EUROPA (7) Colorantes de Alimentos: Muchos colorantes de alimentos considerados seguros contribuyen al trastorno por déficit de atención. Incluso el Reino Unido evalúa la prohibición de colorantes alimentarios sintéticos. Rojo 40, amarillo 5, amarillo 6, Azul 1, Azul 2, Verde 3, Naranja B y Rojo 3 se encuentran entre los colores de los alimentos asociados con la hiperactividad.

Siendo un gobernador medico, Hermes Binner debería predicar con el ejemplo a nivel nacional, promoviendo la salud y la comercialización de productos sanos para los ciudadanos.

Siendo líder del Partido Socialista, su ética humanitaria deja mucho que desear: Binner se dedica a mentir diciendo que el glifosato no es dañino para la salud humana, y que hay que «desmitificar» los efectos nocivos de los agrotóxicos.

Una vergüenza total.

Lucia Fassbinder
BWN Patagonia