Paula Bertol (diputada PRO), Adrián Pérez (diputado ARI), Oscar Aguad (diputado UCR), Walter Agosto (diputado PJ) y Miriam Gallardo (senadora por Mendoza) se pasearon por el Foreign Office, el Parlamento británico, el Ministerio de Trabajo, la Corte Suprema y la sede de Amnesty International en un paquete de lobby político organizado y pagado por el Ministerio de Relaciones Exteriores del Gobierno de Gordon Brown, desde el domingo 31 de enero hasta el 6 de febrero, acompañados por la segunda secretaria de la embajada británica en Buenos Ares, Eleanor Salmond. Se sabe que el protocolo oficial del Gobierno del Reino Unido se prepara con antelación, no hay improvisaciones.
La agenda de la perforación británica en Malvinas se ha publicado en medios nacionales y extranjeros, nadie podría alegar desconocimiento. Flaco favor le hacen estos legisladores a la incipiente política de Estado de apuntalar los derechos de soberanía, rechazando las acciones unilaterales que minan los recursos del país en suelo y subsuelo de Malvinas.
Una simple postergación al convite que hizo el Foreign Office hubiera salvado el prestigio político de los viajeros y la defensa de los derechos de todos los argentinos sobre Las Malvinas.
«Inocentemente» los legisladores se han prestado a una “operación política” por parte del gobierno británico, que incluyó una reunión con John Rankin, el director para América de la Oficina de Asuntos Exteriores (Foreign Office).
La llegada al Mar Argentino de la primera plataforma que explorará petróleo cerca de las islas Malvinas coincidió con el viaje de los cinco legisladores a Londres, invitados por la embajada británica.
Horacio Nieves
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