Para entender cómo la Barrick Gold Corporation es capaz de apropiarse del oro en todo el mundo con plena impunidad, es necesario conocer la red de influencias y corrupción que ha construido. Ésta le permite articular sus negocios y pasar a llevar la autodeterminación y soberanía de las naciones. En la foto Cristina Kirchner junto al «capo» de Barrick Gold, Peter Munk, socio y protector del traficante de armas Adnan Kassoghi, conocido por su participación en el escándalo conocido como Irán-Contras que estuvo por costarle la presidencia a Ronald Reagan.
Confirmando que su veto a la ley de glaciares fue el veto de la Barrick Gold, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió al capo de la minera canadiense, Peter Munk, socio y protector del traficante de armas Adnan Kassoghi, conocido por su participación en el escándalo conocido como Irán-Contras que estuvo por costarle la presidencia a Ronald Reagan. En la audiencia estuvo presente el CEO de la Barrick, Aaron Regent, quien había visitado en febrero al gobernador de San Juan, José Luis Gioja, con el fin obvio de concertar la cita con la primera mandataria, para acelerar el proyecto minero binacional de Pascua Lama, cuestionado en Chile y la Argentina por el efecto dañino que puede tener para los glaciares y las zonas periglaciales de la Cordillera de los Andes, que constituyen la principal reserva de agua potable de ambos países.
Barrick Gold Corporation
Encabeza la red Peter Munk, presidente de Barrick, y la conforman los ex presidentes, Brian Mulroney(Canadá) y George Bush padre; Gustavo Cisneros, magnate de las comunicaciones; los príncipes Bernardo de Holanda y Felipe de Edimburgo, fundadores del Club 1001, cofradía masónica-Illuminati; y hasta fue cercano a Munk el ex dictador Augusto Pinochet.
Barrick funciona en varios países con la benevolencia de sus autoridades, a pesar de cargar con un extenso prontuario de muerte, saqueo y corrupción. Los países en que opera son Papúa Nueva Guinea, Argentina, Perú, Australia, Filipinas, EE.UU., República del Congo, Tanzania y Chile, según lo confirman quienes han investigado a la transnacional minera.
Si bien su extensa malla de relaciones tiene características propias al interior de cada país la red internacional de Barrick se nutre de un staff global de financistas, antiguos políticos, representantes de diversas corrientes políticas en los EE.UU., magnates, figuras de las comunicaciones y lobbyistas, entre otros, quienes ayudan a potenciar su desenvolvimiento e intereses.
El poder de la red de personalidades que se encuentra vinculada a la empresa es claro. El presidente ejecutivo de Barrick, Randall Oliphant, declaró el 8 de mayo de 2001, refiriéndose al poder del Consejo Consultivo Internacional de la empresa: “El prestigio de este Consejo fue determinante para la obtención de la concesión de la mina Bulyanhulu, en Tanzania”.
Barrick compró en 1999 la empresa Sutton Resources, que poseía un gigante depósito de oro de Bulyanhulu en el norte de Tanzania. Según William Sacher, coautor del libro Canadá Negro, Pillaje, Corrupción y Criminalidad en África (Noir Canadá, pillage, corruption et criminalité) sobre esta transnacional, “la misma Sutton es objeto de una gravísima acusación: la complicidad del enterramiento en vida de 52 mineros artesanales que se oponían a su expropiación, en el mes de agosto de 1996”.
Luego de la adquisición de la Sutton, Barrick intentó conseguir la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) para poner la mina en operación, rechazando la desaparición de los mineros. “El caso hasta hoy no ha sido resuelto”, relata el investigador, Sacher, en su libro.
Sobre esta controversia, Greg Palace -periodista estadounidense que escribió el libro “La mejor democracia que se puede comprar con dinero”-, dice que Barrick demandó a The Guardian, diario más importante en lengua inglesa, “por llevar en sus páginas mi artículo donde revelaba los asesinatos en las minas de Tanzania”, precisa.
Según Palace, la empresa luego retiró su demanda y el juez del caso dijo que Barrick no podía decir que nadie murió en esas minas. “Nunca retiramos las acusaciones de que 50 mineros fueron sepultados vivos en esa mina”, afirma el periodista.
RED DE INFLUENCIA
Barrick creó un Consejo Consultivo Internacional para limpiarse el camino, el cual se compone por los ex-jefes de Estado George Bush Senior y Brian Mulroney (Canadá), el poderoso empresario canadiense Paul Demarais, Peter Munk, y un amigo cercano de la familia Clinton, Vernon Jordan, abogado Demócrata que participó el 2009 en la reunión anual del siniestro Club Bilderberg (cofradía de poderosos que buscan un Nuevo Orden Mundial para un solo gobierno dictatorial).
Según comenta Javier Rodríguez Pardo, periodista argentino que ha seguido de cerca a la empresa minera, hasta 2004 no se había probado la relación de Bush con Barrick. “Me costó un buen dolor de cabeza que se disipó cuando Barrick desestimó continuar con acciones penales en mi contra: las pruebas fueron buenas. Así corroboré que George H. W. Bush padre, era y es uno de los principales accionistas de Barrick Gold Corporation”, asegura.
En Sudamérica podemos identificar como miembro del Consejo Asesor al empresario Andrónico Luksic, cuyo grupo económico es socio de Barrick. Asimismo, este comité internacional lo integra Gustavo Cisneros, el hombre más rico de esta parte del continente, y según el ex senador Jorge Lavandero, también el más peligroso e influyente en esta parte del mundo.
También forman parte de este Consejo el ex-senador estadounidense Howard Baker y el ex-Presidente del Banco Federal de Alemania, Karl Otto Pöhl. Se añade a esta lista el senador canadiense cercano a Brian Mulroney, J. Trevor Eyton, presente a finales de los años 90 en el Consejo de Administración. Eyton fue director de General Motors de Canadá, de Coca-Cola, de Nestlé Canadá y de la minera Noranda (aliada de Barrick).
Hasta hoy, el ex-primer ministro de Canadá, Brian Mulroney, es parte del Consejo de Administración de la empresa. Él fue consejero de varias empresas transnacionales como la Trizec (propiedad de la familia Bronfman), y según declarara el fundador y director de la Barrick, Peter Munk, “tiene grandes contactos. Sabe que cada dictador en el mundo es un hombre importante”.
De esta forma, la corporación minera Barrick Gold opera como un triángulo de figuras prominentes de Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña. Este Consejo es el facilitador, del cual se sirvió Peter Munk para impulsar y desarrollar la empresa.
LA RED DE MUNK
Al momento de su creación, a principios de los ochenta, Barrick era todavía una pequeña empresa dedicada al negocio petrolero. Sin embargo, Munk había cultivado amistades clave. En la misma época, fundó Barrick Petroleum con el traficante de armas, Adnan Khashoggi, quien se hizo famoso por su participación en el escándalo del Irangate, quien además era tío de Al-Fayed, el fallecido amante de Lady Diana.
Se dice también que Peter Munk es compañero de ski del Príncipe Charles y miembro del Club 1001, una exclusiva cofradía masónica-illuminati, dedicada a coordinar a organizaciones ecologistas de fachada como Greenpeace, World Wide for Nature (WWF) y Goldsmith Ecologist. Lo fundaron el príncipe Felipe, Duque de Edimburgo de Inglaterra y el príncipe Bernardo de Holanda -inspirador del Club Bilderberg junto a los banqueros Rockefeller y Rotschild.
El príncipe Felipe es el líder de la WWF, una organización para el saqueo de los recursos naturales disfrazada de ambientalista y dedicada a la distribución de fondos globalizados, ocultos en carpetas de proteccionismo ambiental. La CIA precisamente se vale de la influyente WWF para captar a grupos ambientalistas regionales, manejar informes, actualizar datos y contra informar, según lo confirma el periodista Javier Rodríguez Pardo en su artículo “La minera Barrik Gold miente”.
Munk ha participado como miembro del Consejo de Administración de Hollinger, empresa del magnate Conrad Black, al lado de Henry Kissinger, Margareth Thatcher y Sir James Goldsmith. En la revista Outre-Terre, Michel Ludevin afirmó que Peter Munk se inspiró en este Consejo para formar el de Barrick. Pese a todas las críticas a la compañía Barrick, provenientes de todo el planeta en los últimos 15 años, Munk fue recientemente condecorado con la orden de “Officer of Canada”, la distinción civil de mayor importancia en ese país.
El niño mimado de la corona británica, junto a sus asociados, contrata personas de todo el espectro político. El periodista Greg Palace, afirma que “le pagan a políticos y gente con influencias cuantiosas sumas de dinero”. Aparte de contar con Bush senior en su directorio y Vernon Jordan, miembro del Partido Demócrata, el investigador dice que Munk “es un sujeto de extrema derecha y un gran admirador del general Pinochet. Obviamente, Munk fue muy cercano a Augusto Pinochet y mantuvo relaciones favorables con él”, enfatiza.
LAVADO DE IMAGEN
En este entramado internacional encontramos a Gustavo Cisneros, amigo de los Bush, “principalmente del padre, y del príncipe Felipe, como también lo es Peter Munk, ligado al narcotráfico según afirma Lavandero.
Sus empresas están ligadas a los medios de comunicación e informática, tales como Venevisión International, Venevision Productions y Movida en los Estados Unidos y Venevisión en Venezuela; todas, parte de la Organización Cisneros.
La red de Cisneros en nuestro país es un ejemplo de cómo esta mafia opera. Según Lavandero, Cisneros y sus nexos con Chile se articulan por medio de la Barrick con Luksic y con Mario Kreutzberger (Don Francisco), por la empresa de comunicaciones del magnate.
Justamente el canal que emite el programa Sábado Gigante, de Don Francisco (Canal 13 Chile), cerró un acuerdo con Telefe Internacional –propiedad de Cisneros- para su distribución. Mercedes Ducci, directora ejecutiva, y Sebastián Freund, director de ventas internacionales; firman el acuerdo por parte del canal católico con Alejandro Parra, director, y Michelle Wasserman, gerente de ventas de programación, formatos y servicios de producción de Telefe Internacional. Así, la imagen de Barrick queda asegurada en Canal 13, explica Lavandero.
Finalmente, cabe señalar que Barrick, Teletón, Un Techo para Chile y América Solidaria trabajan en conjunto bajo el sello del Compromiso Atacama, una alianza inédita para tratar de revertir comunicacionalmente los efectos en la ciudadanía por el desastre ambiental y el repudio constante de los habitantes en el Valle del Huasco. Todo un ejemplo de cómo una mafia internacional trabaja en nuestro país y en el mundo.
CLUB 1001
Príncipe Bernardo de Holanda: En 1953, Bernardo fundó la Sociedad Bilderberg, la que auspicia reuniones secretas de las élites unimundistas americanas y europeas.
En 1976 Bernardo fue sorprendido cobrando un soborno (o “coima”) de 1 millón 100 mil dólares de la compañía de aviación Lockheed por sus “gestiones” para la compra de los cazas F-104 para la Real Fuerza Aérea Holandesa.
Príncipe Henrik: Presidente del WWF Dinamarca.
Príncipe Sadruddin Aga Khan: Isabel II le dio el título en 1957, cuando dirigía Paris Review, publicación cofundada por John Train, ex Administrador de la Agencia de Protección del Ambiente (EPA) de los Estados Unidos.
Bertolt Beitz: Director de la Fundación Alfred Krupp Von Bolen Und Halbach; en 1953 se apoderó de las Industrias Krupp (utilizadas por Adolf Hiltler para el rearme alemán en 1933 y acusadas de ocupar mano de obra esclava en el juicio de Nuremberg).
Conrad Black: Presidente de la Corporación Hollinger, conglomerado de periódicos en Gran Bretaña, Canadá, los Estados Unidos, Israel y Australia. La corporación es el portavoz de la Casa de Windsor y fue la que encabezó la campaña de ataques y calumnias en la prensa contra el ex presidente Bill Clinton.
Alexander King: Cofundador del Club de Roma, en 1968 junto con Aurelio Peccei. Responsable del libro “Límites al Crecimiento,” que revivió el argumento maltusiano de reducir drásticamente la población mundial.
Jonkheer John H. Loudon: Caballero de las familias reales británica y holandesa. Bernardo lo eligió su sucesor en 1971 para la presidencia en el WWF. Fue director ejecutivo del Royal Durch Shell Group; presidente de Shell Oil Co. hasta 1976.
Maurice Strong: Vicepresidente del WWF Internacional hasta 1975. Primer director ejecutivo del Programa Ambiental de las Naciones Unidas hasta 1975; anteriormente fue secretario general de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Ambiente Humano, por dos años. Subsecretario General de las Naciones Unidas de 1985 a 1987.
Gustavo Cisneros: Venezolano multimillonario, arrimado a la familia Rockefeller y ligado a los círculos internacionales del lavado de dinero del narcotráfico. A principios de 1994 el banco de la familia Cisneros, el Banco Latino, fue intervenido por el gobierno de Venezuela.
Robert Vesco: Fugitivo internacional; se dice que él es “la conexión estadounidense” del Cártel de Medellín. Comenzó bajo los auspicios de la rama suiza de la familia Rothschild para apoderarse del Investors Overseas Service (IOS) de Meyer Lansky.
Antón Rupert: Cofundador del Club 1001 y presidente del WWF en Sudáfrica. Rupert es propietario de la compañía tabacalera Rembrandt y protegió a Sir Stewart Menzies, jefe del MI-6 (servicio secreto británico) durante la Segunda Guerra Mundial.
Sir Kenneth Kleinwort: propietario de Kleinwort Benson, uno de los bancos británicos más antiguos.
Henry Keswick: Presidente de Jardine Matheson, la compañía comercial británica que creó Lord Palmerston para encargarse del tráfico de opio al lejano Oriente en el siglo 19.
Edmonf Safra: Presidente del Safra Bank, otrora propietaria del American Express Bank; fue investigado por las autoridades estadounidenses y suizas por el lavado de dinero del narcotráfico.
Fuentes:
Scott Thompson, “El ‘Club 1001’: La élite que coordina al ecologismo internacional, Informe Especial, octubre-noviembre de 1994, Resumen Ejecutivo de EIR News Service, Whashington D.C.
Ver los negocios de Gustavo Cisneros con el Partido Socialista Obrero Español a partir del expolio de RUMASA, en tiempos de Felipe González, en: El gobierno socialista, cuyo ministro portavoz fue Rubalcaba. 1993-1996.
Fuentes: Francisco Luna | El Ciudadano (Chile) | Critica Digital | BWN Patagonia | Perfil.com
Dato: Mientras el empresario, millonario y capitalista (pero con discurso progre) Pino Solanas realiza documentales contra la mineria contaminante, respalda CON SU VOTO todas las acciones de los Kirchner.
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