La brutal carnicería considerada una tradición. ¡Infórmate y apoya la protesta contra la caza de focas en Canadá! Cada primavera en la costa este de Canadá, los cazadores armados de rifles, picotas o mazos, golpean hasta la muerte a cientos de miles de crías de focas arpa y encapuchada. La caza anual ronda las 350.000 (trescientas cincuenta mil) crías, caza que está autorizada por el gobierno de Canadá. La caza es permitida por motivos comerciales (la piel de foca es altamente cotizada en el mercado internacional, además de los subproductos derivados de su matanza), pero se ampara falsamente tras el argumento de que las focas y su sobrepoblación «depredan» los bancos de bacalao de las costas canadienses, dejando desprovistos a los nativos y pescadores artesanales de este «recurso».
La evidencia más cruda de la cacería de focas salió a la luz pública en el año 2001, cuando un equipo internacional de veterinarios que fueron testigos de la cacería, realizaron autopsias a los cadáveres de foca escogidos al azar: un 42% de las focas fueron despellejadas vivas.
Esta es la matanza de mamíferos más grande que se realiza bajo el consentimiento del gobierno y las autoridades de Canadá. No hay excusa válida para masacrar y torturar a estos seres que vivos que sienten tanto dolor y malestar como los animales humanos. Más de un millón y medio de focas fueron masacradas y despellejadas vivas.
Los activistas por los derechos animales de diferentes países están haciendo un llamado para unirse en la defensa de las focas; enviando cartas al Gobierno de Canadá y celebrando actos a nivel mundial frente a las embajadas, consulados o representaciones comerciales de Canadá en los diferentes países, además de boicotear los productos de origen canadiense.
A pesar de las evidencias científicas que un número tan elevado es insostenible, el gobierno afirma que la caza no afectará a las poblaciones de focas. Para empeorar las cosas, es más que dudoso que el gobierno canadiense hará cumplir el límite estipulado de animales muertos ya que no hay medidas de control. Después de todo, los funcionarios lo han ignorado ya en el pasado.
El objetivo de la caza son las focas más jóvenes. Las cifras oficiales del propio gobierno canadiense demuestran que el 96,6% de las focas muertas tenían entre 12 días a 12 semanas de edad. Estas focas fueron abatidas con un palo o con un instrumento para romper el hielo, el hakapik. Más adelante, los cazadores utilizan rifles.
Un número alarmante de focas son despellejadas cuando aún están vivas y conscientes. Recientemente, un equipo independiente e internacional de veterinarios observó la caza, y examinó los cadáveres de las focas desolladas. Encontraron pruebas de que hasta el 40% de focas fueron despellejadas mientras aún eran capaces de sentir dolor.
Muchos canadienses -así como ciudadanos de otras naciones- se horrorizan con la brutalidad y la no sostenibilidad de esta caza sin sentido. Y tampoco creen en las afirmaciones del gobierno canadiense de que la caza es necesaria para proteger las poblaciones de peces, que han sido expotadas masivamente por la pesca industrial.
Activista ensangrentada protesta contra la matanza de focas en Canadá
Una activista ensangrentada protestó contra la matanza de focas en Canadá, frente a la embajada de este país, con la intención de representar a las miles de focas que cada año son asesinadas en sus costas, bajo el consentimiento y subvención de su gobierno.
Matanza en el 2009
En el video la caza autorizada de 280.000 focas en Canadá el pasado año. Las organizaciones defensoras de los animales denuncian la crueldad con la que son asesinados estos mamíferos. Los ecologistas denuncian que los cazadores utilizan porras o picos de hierro para matar a golpes a las crías de estos animales y que así sus pieles no pierdan valor. Vídeo: The Humane Society of the United States
La matanza de focas en la Actualidad
La caza de focas es una actividad consistente en la obtención de recursos a partir de focas, principalmente cachorros de focas arpa (el 95% aproximadamente).
Principalmente se da en Canadá y Groenlandia, donde se estima que en total cada año se matan unos quinientos mil ejemplares. El método más habitual para matarlas es aplastarles el cráneo con un pico de hierro o con palos con un garfio en una extremidad, si bien en ocasiones se emplean rifles. También son despellejadas vivas.
La caza de focas en Canadá es una cita anual en la cual pescadores canadienses se dedican a disparar y cazar cachorros de focas arpa en la temporada de caza, pese a la oposición de buena parte de la opinión pública y las constantes protestas de grupos defensores de los derechos de los animales. Cada año se extermina alrededor de unas 350.000 focas jóvenes frente a la costa este de Canadá, otras miles quedan mutiladas o gravemente heridas de por vida.
Algunos científicos, así como las organizaciones de protección animal que protestan por las cazas, señalan que la debilidad del hielo de los últimos años ha significado una mortalidad muy superior a la normal entre los cachorros.
El profesor David Lavigne, una de las mayores autoridades científicas del mundo en focas arpa informó que según los propios datos de las autoridades canadienses, en los períodos recientes en los que el hielo ha sido débil la mortalidad se ha disparado entre el 25 y el 75% de las crías nacidas.
La falta de grandes placas de hielo flotantes también dificulta la caza para los pescadores que tienen que disparar a las focas a distancia, en vez de golpearlas en la cabeza sobre los témpanos como se ha hecho tradicionalmente en el golfo de San Lorenzo, donde se realiza mayoritariamente esta práctica.
El uso de rifles, la dispersión de las focas y su escasez hace que cada vez este tipo de caza sea menos rentable para los pescadores de Canadá.
Organizaciones como la Humane Society of the United States (HSUS) y el Fondo Internacional del Bienestar Animal (IFAW) denuncian que la caza no sólo es «cruel» sino que las elevadas cuotas de caza permitidas por Canadá desde 1996 pueden tener un impacto catastrófico sobre el futuro de la población de focas en la región.
Sólo entre el 2003 y el 2005, los pescadores canadienses han cazado al menos un millón de focas arpa, algo más de una sexta parte de la población total en la costa atlántica canadiense.
Además, argumentan HSUS e IFAW, los animales cazados son los más jóvenes por lo que el impacto de su desaparición se verá realmente en los próximos años cuando esos ejemplares deberían haber alcanzado su madurez sexual.
Las autoridades canadienses, sin embargo, niegan que su gestión represente una amenaza para las focas arpa. Según el portavoz del Ministerio de Pesca canadiense, Phil Jenkins, las autoridades han incluido en sus modelos de gestión el impacto medioambiental como el calentamiento global y la desaparición de la capa de hielo.
3 Excusas estupidas
Al principio, Canadá se amparaba en el falso argumento de que las focas y su sobrepoblación «depredan» los bancos de bacalao de las costas canadienses, dejando desprovistos a los nativos y pescadores artesanales de este «recurso». Cuando es evidente que la masacre es permitida por motivos comerciales: La piel de foca es altamente cotizada en el mercado internacional, además de los subproductos derivados de su matanza.
Tras el rechazo mundial luego de que imagenes e información salieran a la luz, el Gobierno canadiense justificó la matanza anual de más de 300.000 focas con el argumento de que sus tejidos servirán para obtener válvulas cardiacas que podrán salvar vidas humanas. Esto lo declaró el embajador de Canadá para la Conservación de la Pesca, Loyola Sullivan, en su visita a Madrid, con la finalidad de limpiar la imagen de su país ante las matanzas anuales de pinnípedos sobre los hielos a la deriva en aguas territoriales de ese país.
El argumento es FALSO:
Mas tarde los canadienses se excusaron diciendo que para los pueblos nativos inuits, la caza de focas forma parte, de sus más profundas tradiciones culturales desde hace miles de años
¿Que podés hacer?
Escribí al primer ministro Stephen Harper la siguiente carta modelo (se sugiere modificarla) y envíala al mail [email protected]
Mr. Stephen Harper:
Harp seals are facing an ecological disaster, and the threat of hunters worsens the prospects for this species.
Harp seals needs the sea ice to give birth to and nurse their young. But this year, Environment Canada reports the lowest ice formation on record off Canada’s east coast. For the first year, there was virtually no sea ice formation in key seal birthing areas. The impact will be devastating. Unprecedented numbers of seal pups may die.
In the short term, we cannot halt the devastating impacts of climate change on these seals. But, a responsible government must take action to save the pups who manage to survive.
If the 2010 commercial seal hunt takes place, the few seal pups who live through this disaster will be clubbed and shot to death as they cling to tiny pans of ice. The world is watching Canada’s commercial seal hunt this year. Please protect both the seals and Canada’s international reputation: Cancel the 2010 commercial seal hunt.
In the longer term, I urge you to consider the extremely negative animal welfare, ecological, and economic impacts of the commercial seal hunt, and end it for good.
Best regards,
Analia Lopez | BWN Patagonia
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