Como todos los 4 de septiembre, ayer se conmemoró en el país el Día del Inmigrante, recordando a aquellas personas que por distintos motivos se asentaron en el país para comenzar aquí una nueva vida.
En Esquel, el acto central tuvo lugar en la plazoleta ubicada en la intersección de las avenidas Ameghino y Fontana, a los pies del monumento levantado en honor a estos sacrificados hombres y mujeres que arribaron a estas latitudes dispuestos a sacrificarse por el futuro de sus descendientes. En la Argentina, el Día del Inmigrante se instituyó en 1949. La fecha recuerda el 4 de septiembre de 1812 cuando el primer Triunvirato firmó un decreto que expresaba que “el gobierno ofrece su inmediata protección a los individuos de todas las naciones y a sus familias que deseen fijar su domicilio en el territorio”. De esta manera la Argentina abrió sus fronteras a los inmigrantes de cualquier parte del mundo que quisiesen vivir en su suelo.
Como es tradicional, el homenaje contó con la participación de numerosas delegaciones de las distintas colectividades, embanderadas y con atuendos típicos le pusieron color a la fría pero soleada mañana de septiembre.
Entre los presentes, estuvo el intendente municipal Rafael Williams, numerosos miembros de sus gabinete, actores comunitarios y autoridades de las Fuerzas Armadas y de Seguridad que tienen asiento en Esquel.
Tras entonar las estrofas del Himno Nacional llegó el discurso de Olga de la comunidad lituana, quien
Hizo un pormenorizado relató la llegada de los inmigrantes desde principios del siglo XIX, refiriéndose al Hotel de los Inmigrantes y con detalles de la vida de aquellas personas que llegaron a este país.
A continuación, el Intendente hizo uso de la palabra. “Hoy me he atrevido a compartir un prólogo de un hermoso libro escrito por Julián Ripa, que fuera nuestro maestro, profesor, abogado, vecinos, difusor de colegios, hijo de inmigrantes, donde retrata la historia de algunos de sus personajes que con sus sueños a cuestas llegaron a estas tierras, libro Inmigrantes en la Patagonia”. Y citó una mención al cruce de las avenidas Fontana y Ameghino, donde se instaló el monumento a los inmigrantes, lugar donde ayer se realizaba el acto central.
“Para mí los inmigrantes fueron y siguen siendo héroes ignorados, artífices oscuros de este sur lejano, que abarca una extendida región de la patagonia, por ello siento que los argentinos en general y los patagónicos en especial, estamos en deuda con los inmigrantes”, dijo el mandatario. “Ninguno de ellos fue protagonista de gloriosas hazañas, pero todos afrontaron la odisea extraordinaria de llegar a lo más alejado, a lo más solitario del país”.
Y finalmente hizo hincapié en la importancia de los inmigrantes, “tan importante que junto a la bandera argentina hay 19 banderas más; esto nos dice la importancia de la llegada de inmigrantes sobre todo para Esquel, donde encontramos lituanos, galeses, españoles, italianos, paraguayos, y tantos otros, esto da cuenta de que nuestra cultura esta tan estrecha con otras culturas”, destacando “el esfuerzo y el trabajo de los primeros inmigrantes, citó el ferrocarril, las rutas, la explotación del petróleo, todo lo que hicieron y que nosotros tal vez no supimos aprovechar en la medida el gran esfuerzo y sacrificio que hicieron nuestros antepasados, sino tendríamos una Argentina mejor. Hoy estamos mejor que años atrás pero todavía falta por hacer. Habría que mirar el sacrificio que hicieron los inmigrantes, sin el confort”.
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