Todo comenzó cuando se hacia una perforación buscando agua potable para la expansión de áreas cultivables, por técnicos que dependían del ministerio de Agricultura de la Nación, ya que por este motivo se encuentro petróleo a 540 metros de profundidad
Ya para cuando se fundó Comodoro en 1901, los pobladores que se encontraban en el lugar desde algunos meses antes, encontraron serios problemas con la provisión de agua potable, ya que ésta debía ser transportada en carros desde Manantiales Behr, varios kilómetros al norte.
Como consecuencia de las gestiones de los pobladores, el 3 de Octubre de 1903 desembarcó en la Playa de Comodoro Rivadavia una máquina perforadora enviada por la Dirección de Minas, Geología e Hidrología de la Nación.
Una semana más tarde se ubicó la maquina en la actual zona céntrica de la ciudad, estando los trabajos a cargo de un equipo dirigido por el ingeniero Casullo, a quién secundaba como jefe de sondeo el señor Klarck.
Esta máquina alcanzó los 172 metros de profundidad sin encontrar agua, ante la desilusión de los vecinos. Los trabajos fueron abandonados ante la imposibilidad de que el equipo pudiera alcanzar una mayor profundidad.
Tres años después, en diciembre de 1906, desembarcaba una nueva máquina perforadora para continuar con los trabajos destinados a encontrar agua. Se trataba de un equipo de Fauck adquirido en Alemania por iniciativa del ingeniero Julio Krause, jefe de la sección Geología e Hidrología de la Dirección de Minas, en ese entonces a cargo del ingeniero Enrique Hermitte.
Luego de un estudio previo se decidió emplazar la máquina al norte del cerro Chenque a unos tres kilómetros de la población, ya que de acuerdo a las conclusiones de los técnicos era el lugar más adecuado. Por lo tanto el 24 de marzo de 1907 la nueva máquina perforadora comenzó con las tareas.
El equipo a cargo, dependiente de la selección Geología e Hidrología, estaba integrado por: José Fuchs (jefe de sondeo), Humberto Beghin (ayudante), Gustavo Kunzel y Juan Martínez (foguistas), Florentino Sot, Antonio Viegas, Joaquín Domínguez, José Barrabosa y Pedro Gelhorn (peones), Pedro Peresa y Francisco Ferrara (cocineros).
El grupo trabajó durante varios meses, con los ojos de todo el pueblo puestos sobre el resultado de tanto esfuerzo. Se habían ya sobrepasado los 500 metros de profundidad, sin encontrarse rastros de agua cuando la población fue sorprendida, el 12 de diciembre de 1907, al aparecer en la excavación burbujas aceitosas con olor a «kerosene».
En las primeras horas del 13 de diciembre el equipo continuaba trabajando afanosamente. Al alcanzar los 540 metros de profundidad comenzó a surgir conjuntamente con el agua de inyección una materia viscosa. Acababa de descubrirse la existencia de un yacimiento petrolífero en Comodoro.
Ese mismo día la novedad fue transmitida vía telegráfica a la Dirección de Minas, Geología e Hidrología de la Nación. El 14 de diciembre, es decir al día siguiente, el gobierno nacional con la firma del Presidente Figueroa Alcorta y del ministro de Agricultura, doctor Pedro Azcurra, suscribió un decreto en cuyo artículo primero se establecía:
«Queda prohibida la denuncia de pertenencias mineras y concesión de permisos de cateo en el puerto de Comodoro Rivadavia territorio del Chubut, en un radio de cinco leguas kilométricas, a todo rumbo, contándose desde el centro de la población”. Era la primera medida dictada en defensa del patrimonio Nacional.
Luego de firmado el decreto, por medio de la Sección de Geología, se organizó la explotación petrolera del lugar, creándose en 1911, por medio de un decreto del Presidente Roque Sáenz Peña, la Dirección General de Explotación del Petróleo en Comodoro Rivadavia, cuya presidencia fue confiada al ingeniero Luis A. Huergo, a quienes acompañaba como vocales el ingeniero Enrique M. Hermitte, doctor Pedro N. Arata, Adolfo Villate y José A. Villalonga.
Leave a Reply