El próximo 24 de marzo, algunos proponen en esto: Facebook recordará a los desaparecidos CELTyV y BWN Patagonia proponemos que todos en nuestro estado pidamos lo siguiente: JUSTICIA Y VERDAD PARA LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO – NO A LA IMPUNIDAD DE LOS TERRORISTAS. Miles, millones deberíamos estar pidiendo que se acabe la impunidad de quienes agredieron a la sociedad cuando integraban organizaciones terroristas. Es necesario difundir la verdad, divulgar que: de 30.000 placas de supuestos desparecidos por los militares, solo tienen identificación 8.718, porque debemos ser muchos los que recordemos a las víctimas del terrorismo que suman ya 13 mil casos. Un día donde no se recuerda a las víctimas y si a muchos de sus agresores, no es un día que honre la memoria. (En la foto: Atentado en la casa del Dr. Klein – En el recuadro su hija Marina de 10 años rescatada por los bomberos).
Todos los argentinos deberían saber que muchos de sus funcionarios son terroristas y por ello, deberían ser juzgados, condenados e inhabilitados para ocupar cargos públicos. No permitamos que nuestra comodidad o falta de compromiso siga privando a la Argentina de ser una Nación y a las víctimas de ser reconocidas como se merecen.
Víctimas del Terrorismo: En las investigaciones del CELTyV se han detectado hasta el momento más de 13 mil casos de víctimas directas. No se cuentan en esa cifra a todas las personas que han sido indirectamente afectados por hechos de terrorismo.
CELTyV es una Institución que defiende a las víctimas del terrorismo, y manifiesta que los subversivos fueron (y son) asesinos por todos los actos cometidos.
Debería llamar a la indignación de los familiares de inocentes que han caído en la guerra antisubversiva que están figurando asimilados a los terroristas en igualdad de condiciones, en tanto que nada tenían que ver con hechos subversivos.
Esto implica un reconocimiento de que hubo excesos en la Guerra contra la Subversión, donde han caído inocentes, y que los mismos no fueron militantes guerrilleros. Sus familiares no debieran admitir tal equiparación.
Algunas injusticias y mentiras.
Comentando los Mandamientos, Santo Tomás llega al octavo y nos explica que se puede mentir de tres modos diversos: acusando falsamente, acudiendo a testigos mentirosos y sentenciando injustamente mediante jueces inequitativos. Mienten los detractores que arrebatan el buen nombre, los que los escuchan complacientemente, los aduladores y murmuradores que se hacen eco de los embustes propagándolos por doquier, item susurratores, agrega el Aquinate, que es decir también los chismosos, a quienes maldice la Escritura porque “turban a muchos que viven en paz” (Eccli 28,15).
Abundando en ciencia y en prudencia, el Santo Doctor considera cuatro motivos por los cuales ha de ser reprobada toda patraña. Porque nos asemeja al demonio -mentiroso y padre de la mentira-, porque trae la perdición para el alma, porque desprestigia la fama y la honra, y porque hace imposible la vida social, ya que si los hombres no se dicen la verdad recíprocamente, la concordia entre ellos desaparece, y con ella la causa formal del orden comunitario.
1 El mito de los «jóvenes idealistas» que «jamás cometieron delito alguno» y que «fueron víctimas de terrorismo de Estado» a partir del 24 de marzo de 1976. Eso es falso, ya que hubo numerosas víctimas del terrorismo, y cada acto de terrorismo ha tenido autores materiales de los hechos.
2 La indemnización de 4.400 millones de Pesos abonados a los familiares de desaparecidos, en tanto que a los familiares de muertos por la subversión no se les ha reconocido ni indemnización ni reparación alguna.
3 La mentira de los 30.000 desaparecidos: El monumento construido en la ex ESMA, consiste en 5 paredes con 30.000 placas. Ocurre que solo tienen identificación 8.718 placas. Esto quiere decir que hay 21.282 placas sin identificar a más de 30 años de los sucesos, 21 mil «NN», sin parientes ni nadie que reclame por ellos…
Ampliando la mas grande de todas las mentiras: En el Parque de la Memoria, junto al Río de la Plata, se inauguró el monumento donde figuran los nombres de los desaparecidos y el presidente saliente Néstor Kirchner y la presidente electa Cristina de Kirchner, su mujer, visitaron el predio en el Parque de la Memoria (el predio de 14 hectáreas que se construyó en días de Carlos Menem en tierras ganadas al río en la costanera norte). El monumento consiste en 5 paredes con 30.000 placas pero solamente tienen identificación 8.718 placas. Esto quiere decir que hay 21.282 placas sin identificar.
¿Hay 21.282 desaparecidos sin identificar? ¿Hay alguna sospecha de que quedan otros 21.282 desaparecidos de los que no hay constancia en la Argentina?
No. Es lamentable que se multiplique por 3 los detenidos-desaparecidos para así ‘hacer número’ e impresionar desde lo político, especular desde lo financiero (resarcimientos, etc.).
Esto no quita que el monumento, que pagaron todos los contribuyentes argentinos, resulte espléndido: hoy ingresan las primeras esculturas y un centro de interpretación, donde se prevé que habrá una biblioteca, una medioteca y un lugar para conferencias.
Pero es un monumento a la confrontación, no a la pacificación. Y la pacificación no podrá ser alcanzada cuando desde un lado se reivindica la aniquilación como método y del otro se especula con 21.272 detenidos-desaparecidos inexistentes.
“Tenemos un lugar para recordar a los desaparecidos, asesinados y caídos en combate en este país”, comenzó el fotógrafo Marcelo Brodsky, quien leyó un discurso consensuado por la Comisión pro Monumento.
“Queremos más justicia, más celeridad en su trabajo, más juicios, más testimonios, más condenas”, destacó Brodsky.
Brodsky comprendió que estaba yendo muy lejos con tantas placas sin identidad colgando del monumento.
Entonces, se cubrió: “Es deber del Estado realizar las investigaciones necesarias para identificar a los que todavía no están, así podremos seguir agregando los ladrillos aún en blanco”.
Pero no es deber del Estado ‘fabricar’ 21.282 detenidos-desaparecidos si no hay 21.282 detenidos-desaparecidos adicionales, aunque nada debería llamar la atención con un Presidente que dijo: “Me abrazo a todos los ladrillos”, antes de realizar lo más inaudito: «¡Que los jueces dejen de ir y venir!”.
No se entiende porqué Kirchner se queja de los jueces cuando controla el Consejo de la Magistratura de la Nación, a través de obsecuentes, para aplicar presión al magistrado que no se comporte como él desea.
“Tenemos una Corte independiente. Sería importante que toda la estructura judicial se movilice”, planteó Kirchner.
Cristina siguió el rumbo de su marido, como en casi todo (terrible el horizonte de país bifronte que se avecina): “Hay una necesidad de justicia, que las causas puedan desarrollarse no con esta lentitud, que es agraviante no sólo para las víctimas y los sobrevivientes, que tienen que relatar una, dos, tres, cuatro veces, casi como un nuevo martirio, sino para la sociedad”, sostuvo ella.
Es inmoral que se invoque a la Justicia para ejecutar revanchismo y linchamiento.
No olvidar tampoco, cuántos se han presentado a cobrar el subsidio de los 200 mil dolares, que no son precisamente 30.000…
Los familiares de los desaparecidos investigados por la CONADEP tienen derecho a recibir como indemnización US$220.000 de nuestros impuestos en carácter no reintegrable. Para cobrar la indemnización, se presentaron menos de 9 mil personas, y ello lo puede corroborar cualquier ciudadano.
CONADEP declara la existencia de 8.961 desaparecidos (aunque muchos de ellos se encuentren vivos, en europa, y trabajando para el gobierno, como la Sra. Argibay).
Argibay fue una de las primeras personas que entraron a la Corte Suprema cuando el ex presidente Néstor Kirchner tomó la «decisión política» de llevar a cabo una conveniente «renovación en dicho tribunal». Fue propuesta por el Nestor Kirchner, el 30 de diciembre de 2003. El Senado de la Nación Argentina aprobó su designación el 7 de julio de 2004. Se convirtió en miembro de la Corte el día 3 de febrero de 2005, una vez que hubo terminado sus deberes en la ICTY.
Esa cifra, de 8.700 placas, se asemeja con la realidad.
Algunos de los niños y adolescentes asesinados por el terrorismo en Argentina
El 13 de marzo de 1960 se inició una nueva etapa en la Argentina, ese día murió en Buenos Aires, Guillermina Cabrera, de tres años de edad, producto de una bomba colocada en su casa, cuyo destinatario era su padre. Desde ese momento la escalada de violencia fue en vertiginoso ascenso llegando a computarse en la década del 70 más de 21.600 hechos terroristas; que dejaron miles de víctimas. Sus familiares sufrieron asesinatos, secuestros, torturas, encarcelamientos clandestinos o mutilaciones de sus seres queridos.
Entre ellos hubo civiles, militares, niños, periodistas, jueces, diplomáticos, empresarios, policías, pobres y ricos. No existieron distinciones a la hora de elegir el blanco por parte de los terroristas. Las víctimas del terrorismo aún no fueron reparadas por el Estado. Sin embargo sus victimarios, los terroristas fueron objeto de cuantiosas reparaciones.
En la madrugada del 1 de agosto de 1978, una poderosa explosión conmovió Barrio Norte, causando 3 muertos, 10 heridos y cuantiosos daños materiales.
Fue una voladura de 2 edificios de departamentos, luego demolidos, ejecutada por terroristas montoneros del Pelotón de Combate Especial “Eva Perón”, para atentar contra la familia del Vicealmirante Armando Lambruschini, que vivía en Pacheco de Melo 1963/69 Piso 3º “B” de Capital Federal.
Los integrantes del ejército montonero, atracaron una poderosa carga explosiva en la medianera del 2º piso de Melo 1959 que detonaron a la 1.40 de la madrugada, presumiendo que la familia estaría toda durmiendo, pero asesinaron a Paula Lambruschini de solo 15 años, hija del marino y a la Sra. Margarita Obarrio de Vila de 82 años, hiriendo de extrema gravedad al Sr. Ricardo Alvarez, (que un día después fallecería por las importantísimas heridas recibidas).
Durante meses estuvo cortada la calle de esa cuadra hasta la demolición de ambos edificios, ante la imposibilidad de su reparación.
Uno de los principales diarios argentinos, CLARIN, en su Editorial del 2 de agosto de 1978, decía: “Ante el artero atentado. El atentado terrorista ocurrido en la madrugada de ayer no solo reúne todas las características de una desesperada expresión de paranoia ante la derrota irreversible que advierten sus autores, sino que además, pone de relieve su intención de buscar efectos dramáticos ante la opinión pública general. … ninguna motivación racional puede encontrarse ante esta expresión superlativa de ejercicio de la crueldad, llevada a extremos tales de irresponsabilidad y de cobardía que agota todos los calificativos. … Esta es la hora, en suma, de terminar con los restos de la subversión, quitándole toda posibilidad de recuperarse. En esa empresa se ubica todo el pueblo argentino…”.
La Sra. María de Benson, madre de 4 niños menores de 6 años, que vivía 2 pisos arriba de la familia Lambruschini, decía: «Tomás, mi bebé, estaba muy inquieto y no podía dormir. Lloraba mucho y lo levanté de la cuna. En ese momento explotó la bomba. Allí precisamente sobre la cuna, cayeron todos los vidrios de la ventana. El camisón empezó a mancharse de sangre y me di cuenta de que algunos vidrios se me habían clavado en el cuerpo. Mi marido, saltó de la cama, y corrimos a la ventana. Vimos a una mujer completamente histérica que gritaba «Asesinos, asesinos» y los autos con sirenas que empezaron a llegar. Coches de policías, ambulancias, bomberos… Mis hijos no dejaban de llorar. …Había mucho olor a pólvora y un polvillo rojizo lo cubría todo. Entonces descubrí que la pared de mi cuarto estaba rajada y tuve miedo de que se derrumbara todo el edificio». *
Ese 1 de agosto, quienes se creen dueños de las vidas ajenas, acabaron con la joven promesa que era Paula Lambruschini. Sus victimarios, nunca fueron juzgados ni condenados por la Justicia Argentina, sus familiares igual que las otras víctimas, no pudieron ejercer sus derechos a la Verdad, la Justicia y la Reparación. Paula, fue una más de las silenciadas víctimas del terrorismo de Argentina, cuya vida fue truncada en sus inicios por combatientes de un ejército revolucionario que para obtener el poder, no perdonaron ni siquiera a los niños.
Marita, su compañera de banco en el colegio, decía: «Si solo fuera un mal sueño… Despiértenme, por Dios… Ayer hablé con ella, ayer nomás. Y ahora Paula no está más«. *
* (Testimonios brindados a la Revista GENTE, en su edición del 3 de agosto de 1978).
Todos podríamos haber sido víctimas del terrorismo, algunos lo son, apoyemos su lucha!!! Este 24 que nuestro estado diga a todos por qué el 24 de marzo es el día de la desmemoria!
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