Fusión artica alcanza en 2008 segundo nivel máximo historico

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Desde hace semanas, los científicos esperaban al final del verano europeo para conocer el punto máximo de fusión al que iban a llegar las aguas heladas del Ártico esta temporada. Los datos ya han sido anunciados por la agencia estadounidense que sigue este fenómeno, y son contundentes. En septiembre de 2008, el hielo ocupa la mitad que en 1980. Es el segundo peor registro del que se tiene noticia desde que se toman medidas. Sólo 2007 fue peor.

Según el National Snow and Ice Data Center de Colorado (Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo) la capa de hielo marino en el Ártico parece haber llegado a su mínima extensión de este año y es la segunda menor desde que comenzara a ser observada por los satélites en 1979.

El hielo ocupaba el pasado 12 de septiembre unos 4,52 millones de kilómetros cuadradados según un informe del centro difundido por la NASA, que dio por terminado en esa fecha el verano polar. Hay que tener en cuenta que los científicos esperan a mediados de septiembre para conocer la máxima fusión a la que llega el hielo. A partir de estas fechas, las temperaturas en el Ártico comienzan a bajar y el hielo deja de derretirse para volver a ganar terreno.

Lo que los expertos han constatado desde que en 1979 se empezaron a tomar medidas exactas de la extensión del hielo es que este se reduce cada vez y tarda más tiempo en recuperarse durante el invierno.

De hecho, el máximo histórico de fusión del hielo se alcanzó en 2007, cuando este llegó a 4,1 millones de kilómetros cuadrados, provocando que, por primera vez en la historia, quedara abierto al tráfico marítimo el llamado paso del Noroeste, el territorio que enlaza el norte de Canadá por Asia y por el que nunca pudieron abrirse paso los navegantes del antaño.

Los científicos de la agencia estadounidense afirman que los datos obtenidos en 2008 aunque son ligeramente mejores que los de 2007 confirman la tendencia a la baja continuada de los últimos años.

El jefe científico del National Snow and Ice Data Center, Walter Meier, ha afirmado que la ligera variación entre 2007 y 2008 es menos significativa que la trayectoria a largo plazo, que es a la baja. De hecho, el informe difundido por la NASA asegura que el hielo ártico ocupaba este verano un 33% menos de la media conocida desde que los satélites empezaron a observar la región.

El hielo Ártico ocupaba ocho millones de kilómetros cuadrados en septiembre de 1980. Se redujo a siete millones de kilómetros cuadrados en 1990. Bajó a 5, 7 millones de kilómetros cuadrados en 2005 y llegó al peor récord en 2007, con 4, 1 millones de kilómetros cuadrados. Todavía hoy, esos 4,5 millones de kilómetros cuadrados son una superficie equivalente a nueve veces España, pero es sólo la mitad que en 1980.

Los científicos advierten, además, que la fusión del Polo Norte es un proceso que se retroalimenta. El hielo de color blanco refleja hasta el 90% de la luz que recibe, mientras que el agua sólo el 20%, por lo que, a medida que aumenta el deshielo, el Ártico absorbe más luz y se calienta más deprisa. El frío invernal permite a la masa helada recuperar parte de su extensión y grosor, pero no lo suficiente como para que al siguiente verano cada vez sea mayor el deshielo generado.

Consecuencias sobre el clima

Algunos estudios auguran que para 2050 el Ártico se quedará sin hielo en verano. Otros aventuran que ocurrirá hacia 2030. El Ártico funciona como una especie de termostato del planeta, activando la circulación de las corrientes oceánicas y contribuyendo a la distribución del calor por el globo, por lo que los expertos temen que el deshielo del Polo Norte contribuya aún más a empeorar el cambio climático y a aumentar la temperatura terrestre.

Sin embargo, el deshielo en el Polo Norte no contribuye a la elevación del nivel de los mares puesto que al ser hielo flotante y no reposar sobre los continentes su derretimiento no provoca cambios en el volumen de los océanos. Son los glaciares continentales, y los hielos de Groenlandia y la Antártida los que hacen elevarse las aguas al fundirse.

La emisión de gases de efecto invernadero por las actividades humanas es la causa aceptada por la comunidad científica del cambio climático. El aumento de las temperatura es mayor en el Polo Norte que en el resto del planeta.