Dinosaurios en la Patagonia

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La historia de los dinosaurios comenzó hace unos 230 millones de años, a mediados del período Triásico

Según la teoria tradicional: La historia de los dinosaurios comenzó hace unos 230 millones de años, a mediados del período Triásico, en un escenario muy distinto al actual.

Los continentes se encontraban unidos en una sola y gigantesca masa de tierra, denominada Pangea.

A fines del Triásico se diferenciaban dos partes principales (o provincias): Laurasia al norte y Gondwana al sur.

Durante el Jurásico, estas provincias se separaron y formaron dos continentes diferentes. La región patagónica actual se extendía hacia el este, no existía el Atlántico Sur, por lo que estaba unida con África del Sur y probablemente con la región occidental de la Antártida.

Por el oeste, Patagonia estaba basada por el pacífico, en una costa desprovista de grandes cadenas montañosas pero con una posición y dirección comparable a la actual.

En la región patagónica se han realizado descubrimientos muy importantes, como el dinosaurio mas grande hasta ahora encontrado.

La Patagonia todavía, guarda mucho más en sus entrañas.

Por más de 100 millones de años los dinosaurios moraron la tierra.

La Patagonia parece ser uno de los lugares más ricos en huellas de su existencia. El Argentinosaurus Huinculensis entre los herbívoros o el Giganotosaurus Carolini ente los carnívoros son los mas populares de la Patagonia, y de hecho han puesto a la región en el mapa de la paleontología mundial. Estos dos “gigantes”, sin embargo, no son en lo absoluto los más importantes descubrimientos en la zona. Ésta parece estar tapizada de animales fosilizados.

Permanentemente equipos nacionales e internacionales, haciendo uso de mapas geológicos, exploran distintos puntos de la Patagonia, realizando hallazgos de gran magnitud para revelar secretos de estos «colosos del pasado».

Paleontólogos:

La paleontología no es una carrera de grado (como medicina), sino una especialidad de la biología, (como cardiología lo es de la medicina). La peleontología es también un hobby que parece “atrapar” a aquellos que descubren el vértigo de la búsqueda de fósiles. Jack Mc Intosh –por mucho tiempo una de las autoridades en materia de saurópodos aunque en realidad sus investigaciones hayan quedado un tanto desactualizadas en los últimos 10 años– era físico y se dedicaba a la paleontología como un hobby.

Sin embargo nadie cuestiona su experiencia en el tema y su calidad de paleontólogo. Si por ejemplo un zoólogo o un biólogo descubren afición por animales extinguidos, comenzará a estudiar, a cursar especializaciones, investigar fósiles y publicar artículos en revistas científicas y se convertirán así en paleontólogos. Aun un aficionado como Mc Intosh que demuestre tener conocimientos en el tema, y esto se certifica publicando trabajos de investigación en revistas científicas (científicas, no de divulgación científica), será aceptado como paleontólogo. Esto convierte a la paleontología en uno de los trabajos en los que se encuentra gente con mayor vocación y dedicación. Esto se nota en forma patente en el proceso de sacar los fósiles a la superficie. El mismo requiere un cuidado casi maternal al que se le dedica paciencia y técnica. Algunos de los hombres que con denodado esfuerzo han explorado nuestros suelos:

Leonardo Salgado

Rodolfo Coria

Rubén Carolini

Tito Cabaza

Algunos dinosaurios de la Patagonia:

Triasico

El Triásico, que se extendió desde alrededor de 251 a 208 millones de años atrás, fue uno de los tres períodos geológicos de la Era Mesozoica

Dinosaurios Patagonia 1

Eoraptor

Sistemática:

Saurischia

Theropoda

Herrerasauridae

Herrerasaurus es, junto con Eoraptor, uno de los dinosaurios más antiguos. Éstos representan unas de las primeras evidencias del reinado de los dinosaurios sobre la Tierra, de cuyo linaje surgirían los grandes carnívoros del Jurásico y del Cretácico.

Se han encontrado alrededor de 20 especímenes individuales. Es uno de los dinosaurios más antiguos dentro de los terópodos.

Características: Mandíbulas con dientes curvos y puntiagudos. Garras lacerantes en los miembros anteriores, relacionadas especialmente con la captura de las presas.

Dieta: Carnívoro. Su dieta incluía rincosaurios. En 1989 se descubrió un ejemplar con restos de un pequeño rincosaurio entre sus costillas.

Antigüedad: Triásico Superior, 225 millones de años.

Significado del nombre El nombre genérico le fue otorgado en honor a su descubridor, Victorino Herrera, y el de la especie por el lugar donde fue encontrado.

Descubridor: Victorino Herrera (Argentino). Año del descubrimiento: 1960.

Lugar del descubrimiento: Ischigualasto, Valle de la Luna, Provincia de San Juan, Argentina.

Dinosaurio Patagonico

Herrerasaurus

Sistemática:

Saurischia

Theropoda

Herrerasauridae

Eoraptor es, junto con Herrerasaurus, uno de los dinosaurios más antiguos. Éstos representan unas de las primeras evidencias del reinado de los dinosaurios sobre la Tierra, de cuyo linaje surgirían los grandes carnívoros del Jurásico y del Cretácico.

Características: Ágil predador bípedo de piernas largas y gráciles que indican su habilidad para correr. Poseía una combinación de dientes aserrados y curvos (típico de los terópodos) con algunos dientes en forma de hojas en la mandíbula superior, como en algunos saurópodos.

Dieta: Probablemente carnívoro.

Antigüedad: Triásico Superior, 225 millones de años.

Cretacico:

El Cretácico, o también Cretáceo, es un período geológico que constituye una de las mayores divisiones de la escala del tiempo geológico, abarcando desde el fin del periodo Jurásico, hace 146 millones de años (Ma) hasta el inicio de la época del Paleoceno del periodo Terciario (65 Ma). Por tanto, este período excede en duración por sí solo a la de todo el Cenozoico, y constituye casi la mitad del Mesozoico. El fin del Cretácico también define los límites entre las eras Mesozoica y Cenozoica.

Dinosaurios Patagonia

Abelisaurus

Sistemática:

Saurischia

Theropoda

Abelisauridae

Los abelisáuridos, probablemente de distribución Gondwánica, son comparables a los tiranosáuridos del hemisferio norte.

Características Sólo ha sido encontrado el cráneo de este gran dinosaurio terópodo. La amplia fenestra temporal de la parte posterior del cráneo (lugar de donde salen los músculos de la mandíbula) indica fuertes músculos mandibulares. Cráneo de 85 cm de largo provisto de amplias aberturas y prominentes rugosidades nasales. Dientes largos y comprimidos lateralmente.

Dieta: Carnívoro.

Antigüedad: Cretácico Superior, 65 millones de años.

Significado del nombre: El nombre genérico refiere a su descubridor: Roberto Abel, Director del Museo de Cipolleti (Río Negro, Argentina). El nombre de la especie se refiere a la región del Comahue (Neuquén, Argentina), donde fue encontrado.

Descubridor: Roberto Abel (Argentino).

Año del descubrimiento: 1985.

Lugar del descubrimiento: Gral. Roca, Provincia de Río Negro, Argentina.

Dinosaurios patagonicos

Carnotaurus

Sistemática:

Saurischia

Theropoda

Abelisauridae

Extraño gran dinosaurio carnívoro, único en todo el supercontinente Gondwánico por poseer un característico par de cuernos en la frente.

Características Bípedo de largas y fuertes extremidades posteriores. Miembros anteriores cortos y atrofiados, semejantes a los de Tyrannosaurus rex, provistos de fuertes garras. Cráneo corto, alto y comprimido lateralmente. A diferencia del resto de los dinosaurios carnívoros conocidos, poseía robustos cuernos en la frente. Su esqueleto ha sido encontrado muy completo y también se preservaron impresiones de su piel en la roca. Por ello se sabe que su cuerpo presentaba una superficie rugosa con prominencias cónicas, lo que sugería una piel áspera y gruesa.

Dieta: Carnívoro.

Antigüedad: Cretácico Superior, 75 millones de años.

Significado del nombre El nombre genérico significa: “toro carnívoro”. El nombre de la especie le fue otorgado en honor Anselmo Sastre, dueño del establecimiento donde fue encontrado.

Descubridor: José Bonaparte (Argentino).

Año del descubrimiento: 1984.

Lugar del descubrimiento: Bajada Moreno (Pampa de Gastre, centro norte de la Provincia de Chubut), Argentina.

Dinosaurios Patagonia

Epatchosaurus

 

Sistemática:

Saurischia

Sauropoda

Titanosauridae

Uno de los “pesos pesados” de la Patagonia. Éste es el espécimen más completo conocido de la familia Titanosauridae, lo cual ha permitido conocer más sobre la anatomía de los saurópodos.

Características: Es uno de los pocos titanosáuridos conocidos por haberse encontrado su esqueleto casi completo. Los primeros especímenes fueron encontrados por Juan Carlos Sciutto cerca de la ciudad de Comodoro Rivadavia, Chubut, Argentina.

Cuadrúpedo de patas pesadas y cuerpo compacto, dos ventajas para defenderse de los ataques de ágiles carnívoros.

Dieta: Herbívoro.

Antigüedad: Cretácico Superior, 95 millones de años.

Significado del nombre El nombre genérico significa: “reptil pesado”, y la especie fue nominada en honor a Juan Carlos Sciutto.

Descubridor: Juan Carlos Sciutto (Argentino).

Año del descubrimiento: 1984.

Lugar del descubrimiento: Sierra de San Bernardo, Provincia de Chubut, Argentina.

Dinosaurios Patagonia

Gasparinisaura

Sistemática:

Ornithischia

Ornithopoda

Iguanodontidae

Pequeño dinosaurio de apariencia grácil y activa que vivía en grupos numerosos. Dado que han sido encontrados individuos de distintas edades en la misma zona, se sabe que formaban grandes grupos sociales.

Características: Sus miembros posteriores eran gráciles y fuertes con capacidad para correr velozmente, mientras que los anteriores presentaban una marcada reducción de tamaño. Su dentición estaba adaptada para triturar tejidos vegetales resistentes.

Dieta: Herbívoro.

Antigüedad: Cretácico Superior, 90 millones de años.

Significado del nombre: El nombre genérico le fue otorgado en honor a Zulma Gasparini, paleontóloga del Museo de La Plata, Buenos Aires, Argentina. El epíteto específico alude a la localidad de Cinco Saltos, donde fue encontrado.

Descubridor: Leonardo Salgado (Argentino).

Año del descubrimiento: 1988.

Lugar del descubrimiento: Cinco Saltos, Provincia de Río Negro, Argentina.

Dinosaurios Patagonia

Giganotosaurus

 

Sistemática:

Saurischia

Theropoda

Tetanurae

Gigantesco dinosaurio carnívoro, el más grande de Sudamérica y aun mayor que el Tyrannosaurus rex.

Características: Bípedo de gigantescas dimensiones. Su peso se calcula en unas 9 toneladas. Sus huesos son más robustos que los de Tyrannosaurus, lo cual indica que también era más pesado. Su cráneo mide 1,80 mt de largo, unos 55 cm mayor al de Tyrannosaurus. Sus dientes eran aserrados en ambos bordes. Al igual que otros dinosaurios carnívoros, los reemplazaba continuamente, convirtiéndose en un eficiente predador.

Dieta: Carnívoro. Antigüedad: Cretácico Medio, 100 millones de años.

Significado del nombre: El nombre genérico significa: “dinosaurio gigante del sur”, y el nombre de la especie le fue otorgado en honor a su descubridor, Rubén Carolini.

Descubridor: Rubén Carolini (Argentino).

Año del descubrimiento: 1993.

Lugar del descubrimiento: Formación Río Limay (a 15 km. de Villa El Chocón), Provincia de Neuquén, Argentina.

Dinosaurios Patagonia

Titanosaurus

Sistemática:

Saurischia

Sauropoda

Titanosauridae

Estos dinosaurios fueron los supuestos responsables de la postura de miles de huevos hallados en las provincias de Neuquén y Río Negro (Argentina).

Características: Cuadrúpedo de cuello largo y cabeza pequeña. Dientes cilíndricos y angostos. Este saurópodo poseía frecuentemente placas óseas a modo de armadura sobre su piel.

Dieta: Herbívoro. Antigüedad: Cretácico Superior, 70 millones de años.

Significado del nombre: El nombre genérico significa: “reptil titánico” y el epíteto específico alude a su posición geográfica austral.

Descubridor: Richard Lydekker (UK).

Año del descubrimiento: 1877.

Lugar del descubrimiento: Norte de la provincia de Río Negro, Argentina.

 

Dinosaurios Patagonia

Dinosaurios | Patagonia

 

Patagonia Dinosaurios

Patagonia hace millones de años

Dinosaurio ave hallado en la Patagonia

Dinosaurio antepasado de las aves, encontrado en Rio Negro, Patagonia

Dinosaurio Patagonia

En el museo que engalana a Plaza Huincul (Neuquen):

Se pueden apreciar, entre otras cosas, los restos fósiles del dinosaurio herbívoro más grande del mundo, nos referimos al Argentinosaurus Huinculensis. Estos restos fueron hallados por un vecino de la ciudad llamado Guillermo Heredia en el año 1987, quien denunció el hecho ante las autoridades del museo, que inmediatamente se dispusieron a rescatarlos.

Sólo se pudieron sacar algunas vértebras, costillas, una tibia y un fémur. Por las dimensiones de los huesos encontrados se pudo determinar aproximadamente el tamaño de este ejemplar, calculando el mismo entre 38 y 42 metros de largo ; con un peso que superaría las 85 toneladas.

Cada una de las vértebras tiene una altura de 1, 60 metros, son monumentales moles que nos permiten tener una idea más acabada del porte total de estos animales.

En un rincón muy especial del museo se destaca la réplica de un nido de dinosaurio, con huevos cuya antigüedad es superior a los 80 millones de años.

 

Jurasico

El Jurásico fue un período geológico, el período central de la Era Mesozoica, que se extendió desde alrededor de 200 a 140 millones de años atrás. Como ocurre con la mayoría de las eras geológicas, la fechas exactas de inicio y fin del período son inciertas por unos pocos millones de años. Es posterior al Triásico y anterior al Cretáceo.

 

Dinosaurios Patagonia

 

Piatnitzkysaurus

 

Sistemática:

Saurischia

Theropoda

Allosauridae

 

Este ágil y temible predador de la Patagonia está emparentado con los allosaurios del hemisferio norte y es uno de los pocos carnívoros conocidos del Jurásico de Gondwana.

 

Características: Bípedo de patas largas y brazos cortos. Poseía grandes garras curvas, lateralmente comprimidas y terminadas en puntas que le habrían ayudado a lacerar sus presas. Sus miembros anteriores presentan rasgos más primitivos en comparación con formas del mismo grupo del Cretácico, como el Carnotaurus sastrei.

 

Dieta: Carnívoro.

 

Antigüedad: Jurásico Medio, 165 millones de años.

 

Significado del nombre Tanto el nombre genérico como el de la especie le fueron dados en honor a dos geólogos argentinos: Alejandro Piatnitzky y Miguel Flores.

 

Descubridor: José Bonaparte (Argentino).

 

Año del descubrimiento: 1977. Lugar del descubrimiento: Cerro Cóndor, al norte de Paso de Indios, Provincia de Chubut, Argentina.

El Chocon, Valle de los Dinosaurios

El valle de los dinosaurios « El Chocon » un paraíso en el desierto de la Patagonia, ubicado a 80 km de la ciudad de Neuquen, a 1297 km de buenos aires. Los dinosaurios son sin duda uno de los organismos terrestres mas exitoso de todas las épocas. Su reinado permaneció durante150 millones de años, hasta su misteriosa desaparición hace 65 millones de años.

 

Algunos de los hallazgos mas espectaculares del mundo, provienen de «Villa El Chocon ». Los estudios en la localidad comenzaron en 1987, en aquel año el paleontólogo Jorge Calvo y el geólogo Cesar Gazzera del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad del Comahue, realizaron un importante estudio en la región. En 1993, Ruben Carolini, fue protagonista de un hallazgo sorprendente. Se trataba del dinosaurio carnívoro el mas grande de todos los tiempos. Fue denominado « Giganotaurus Carolini » Es parte hoy de numerosos hallazgos expuestas en el museo construido en la Villa.

 

Yacimiento paleontologico « Los Barreales »

Las especias animales y vegetales constituyen un verdadero ecosistema de hace unos 90 millones de anos. Se han hallado improntas de gimnospermas y angiospermas. Ademas peces de agua dulce, raices petrificadas, dientes de dinosaurios carnivoros, huesos de un sauropodo, la mano de un megarraptor, piezas oseas de un ornitopodo y un dinosaurio alado. El yacimiento fosilifero se halla en ambitos de Loma de la Lata y esta actualmente bajo la direccion del paleontologo Jorge Calvo.

 

 

BolsonWeb.com estuvo en el MEF de Trelew, Chubut

 

El Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF) es una propuesta museística moderna y relevante de la Patagonia Argentina.

 

Invita a sus visitantes a vivir una experiencia que combina lo científico y educativo con el entretenimiento. Ubicado en uno de los yacimientos de fósiles más grandes e importantes del mundo, el MEF es una oportunidad única y magnífica de conocer parte de la historia de nuestro planeta.

 

MISIÓN «La misión del MEF es tomar un compromiso irrenunciable con el desarrollo y la promoción de la cultura social, a través de la Ciencia concebida de forma integral, síntesis de producción, difusión y accesibilidad del conocimiento».

MEF Trelew

Mef Trelew

Mef Trelew Patagonia

Mef Trelew Patagonia

En el MEF de Trelew: ¡Toque un hueso de dinosaurio!

MEF Patagonia

Viaje al reino de los dinosaurios

Articulo publicado en pagina 12

 

El Argentinosaurus, hallado en 1989 en Plaza Huincul, puede verse desde ayer en el museo local. Mide 38 metros de largo. Vivió hace cien millones de años y pesaba más de 100 toneladas.

Por Pedro Lipcovich

El animal terrestre más grande que haya existido sobre el planeta tiene, desde ayer, un lugar propio en su tierra natal, la Argentina. Se trata del Argentinosaurus Huinculensis, cuyo esqueleto, de 38 metros de largo por ocho de altura, se exhibe en el Museo de Plaza Huincul, que ayer fue reinaugurado con una sala especial para su conservación. El dinosaurio argentino vivió hace 100 millones de años y pesaba más de cien toneladas. La colección paleontológica de Plaza Huincul incluye también al Megarraptor, un ejemplar notablemente conservado, cuyas uñas de 25 centímetros duplican el tamaño de las de los velocirraptores, anglosajones, de Jurassic Park. Los investigadores ratificaron también que los huevos argentinos son los mejores del mundo: se encontraron en la zona nidadas completas de huevos de dinosaurio, que abarcan 25 kilómetros de extensión y que por primera vez permiten inferir costumbres de estos animales, incluida la condición “abandónica” que, según los científicos, afligía a los dinosauritos de nuestro país. Plaza Huincul apuesta a incluir su dinosaurio incomparable en los circuitos turísticos de San Martín de los Andes y Bariloche. El esqueleto de casi media cuadra de largo ocupa, en el Museo Carmen Funes de Plaza Huincul –provincia de Neuquén–, la sala principal, que abarca el espacio íntegro de lo que fue una cancha de básquetbol. El animal está en la que fue su posición habitual, cuadrúpeda, y su cuello larguísimo no está vuelto hacia arriba –como en erróneas imágenes tradicionales– sino algo caído: “Esta posición facilitaba que el corazón pudiera bombear la sangre hasta la cabeza”, explicó el paleontólogo Rodolfo Coria, director del museo. El Argentinosaurus pesaba unas cien toneladas (un elefante pesa cinco). “Sin embargo, era relativamente liviano para su tamaño: sus vértebras eran huecas”. Y era herbívoro; “Comía varias toneladas por día”. Se estima que vivía más de cien años. Estos dinosaurios eran gregarios, andaban en manada; sólo tenían enemigos naturales cuando eran muy pequeños o muy viejos: entonces podían ser presa de carnívoros como el Gigantosaurio, de 13 metros de largo, que también es huésped del Museo de Plaza Huincul. Como en todos los museos, el esqueleto completo a la vista es una reconstrucción, en resina poliéster y fibra de vidrio, efectuada en este caso a partir de tan sólo 13 huesos.

Generalmente, las piezas originales permanecen en sitios que los museos reservan a los investigadores, pero el Argentinosaurus era demasiado para eso: “Como los huesos son tan grandes, los científicos no hubieran podido manipularlos en un espacio reducido y por eso decidimos ubicarlos también en la sala de exposición”, lo cual permite que también el público pueda apreciarlos. El Argentinosaurus se extinguió hace poco menos de cien millones de años, mucho antes del meteorito que, hace 65 millones, no dejó dinosaurio sano. Nuestro animalito no duró más de cinco millones, “que es lo que suelen durar las especies animales, antes de que cambien las condiciones ambientales que les permitieron prosperar”, advirtió Coria. También está en Neuquén la mayor nidada fósil de huevos de dinosaurio del mundo: fue localizada en Aucamahuida, a 200 kilómetros de Cutral-Có. Los huevos pertenecen al género Titanosaurio y su estudio en el Museo de Plaza Huincul permitió por primera vez examinar embriones de dinosaurio, los únicos en el planeta cuyo estado de conservación permite incluso observar, al microscopio, las granulaciones de su piel.

Hubo una controversia entre investigadores de Estados Unidos, quienes sostenían que los dinosaurios aprovechaban depresiones naturales del terreno para anidar, y los estudiosos argentinos, para quienes los animales mismos excavaban los nidos. Como siempre, ganó la Argentina: “La discusión seresolvió cuando encontramos nidos íntegramente preservados”, explicó Alberto Garrido, a cargo del sector de geología del museo. Cada nidada tenía hasta 30 huevos, que se incubaban al sol. “Posiblemente los dinosaurios echaban encima ramitas u hojas que, al descomponerse, generaban calor.” En todo caso, no se ocupaban de las crías.

“Eran animales abandónicos: depositaban los huevos y no se ocupaban más de ellos –señaló Coria–; podemos afirmarlo con certeza, porque encontramos las nidadas sin pisoteo alrededor, y esta es la única prueba obtenida hasta ahora en el mundo.” Además, “hemos encontrado pruebas de estrés embrionario –anunció el paleontólogo–: los dientes muestran desgaste, lo cual es prueba de que rechinaban dentro del huevo; esto posiblemente tenía una función adaptativa, si es que ese desgaste les permitía comer desde el nacimiento”. Los huevos tienen 12 a 15 centímetros de diámetro. Las nidadas encontradas abarcan una extensión de 25 kilómetros y se sabe que el desove era simultáneo: miles de dinosaurias en aquella pradera. En el área del museo reservada para investigadores, acechan los dinosaurios malos: el Araucanorraptor Argentinyus y el Megarraptor Namunhuaiquii. Vivieron hace unos 80 millones de años. Estos sí andaban en dos patas como los velocirraptores de Spielberg pero su aspecto era aún más temible: se conserva una de sus uñas, curva, de 25 centímetros de largo, cuyo borde interno, el de decapitar, era afilado como una hoz. Claro está que eran carnívoros, tenían hasta nueve metros de estatura y “deben haber sido terriblemente mortíferos”, se estremeció Garrido. Y no sólo dinosaurios: en la Argentina, hace 40 millones de años ya se mamaba, como lo prueba, el Astrapotherio, mamífero cuyas quijadas provistas de molares de siete centímetros de ancho puede apreciarse en Plaza Huincul: “Era parecido al hipopótamo actual –explicó Garrido–: en esa época, la actual Patagonia era selvática; antes, en el tiempo de los dinosaurios, era una región parcialmente arbolada, con grandes praderas, parecidas a las actuales sabanas africanas”.

Antes todavía, la actual Neuquén era mar, un golfo del Pacífico, y los fósiles de ese tiempo pueden encontrarse en la zona de Zapala.

Nuestro Jurásico: Un recorrido por Patagonia y Cuyo para encontrar los rastros de un país desaparecido hace millones de años: huesos, huellas y huevos fosilizados de dinosaurios que hacen de la Argentina Jurásica un paraíso paleontológico.

Graciela Cutuli

La Argentina es algo así como el sueño de Indiana Jones hecho realidad. En nuestro ancho territorio no hay arcas perdidas ni un Santo Grial para rastrear, pero el suelo parece una inagotable fuente de restos fosilizados que ayudan a los científicos de todo el mundo a comprender mejor cómo fue la vida en la prehistoria, cuando los lugares que hoy sólo muestran un desolador paisaje de viento y roca eran un vergel exuberante de clima tropical, o incluso el fondo de un mar ya desaparecido. Yo, el mas grande de todos En los últimos años, los hallazgos se sucedieron gracias a la tenacidad de investigadores y arqueólogos profesionales o aficionados que pueden descubrir, allí donde el lego no ve más que desierto, esqueletos enteros de grandes animales prehistóricos. Uno de los ejemplos más conocidos es el de Rubén Carolini, que encontró en las cercanías de Villa El Chocón, junto a la confluencia de los ríos Neuquén y Limay, los restos del dinosaurio carnívoro más grande del mundo: en su honor, se lo conoce como Giganotosaurus carolinii (“giga”, por grande, y “noto” por Notus, el viento del sur para los romanos). Quien quiera verlo puede visitar el pequeño museo de Villa El Chocón donde se encuentran sus huesos junto a algunas fotografías de los trabajos de recuperación, o bien visitar los salones del Museo de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, en Buenos Aires: allí podrá medir fuerzas con el dinosaurio, y sin duda agradecer que el ejemplar que uno se encuentra frente a frente –que medía unos 14 metros de largo y pesaba unas 10 toneladas– sea sólo una reconstrucción. En las cercanías de la Confluencia, donde los ríos Neuquén y Limay forman el río Negro, hay muchos paisajes por donde en el pasado corrían los dinosaurios y otras especies prehistóricas. Es emocionante ver sus huellas claramente impresas en la roca, como si hubieran pasado ayer: estas pisadas, que datan de la época en que la Patagonia era un lugar húmedo y templado, son grandes y pequeñas, y permiten adivinar a las crías siguiendo el paso de sus padres a orillas del lago Ramos Mexía. En las cercanías fueron hallados muchos otros ejemplares de saurópodos, como el Pellegrinisaurus, el Neuquensaurus y el carnívoro Abelisaurus, cuyo cráneo está en exhibición en el Museo de Cipolletti. Allí también se descubrieron los restos de un Kritosaurus (dinosaurio con pico de pato), reconstruido tanto en el museo Rivadavia como en el Egidio Feruglio de Trelew y en el de Cipolletti.

Egidio Feruglio:

Esta ventana a la historia es la manera más valiosa de crear en los turistas conciencia del enorme patrimonio paleontológico de la Argentina: a ellos, y no sólo a los arqueólogos e investigadores, les corresponde cuidarlo para que llegue a las próximas generaciones exactamente como la naturaleza lo conservó.