EL BOLSON (AEB) – Lago Escondido reivindicó como propia una iniciativa para acceder al servicio de internet de banda ancha desde Chile a tarifa mucho más económica que la cobrada actualmente por Telefónica a Coopetel.
En un comunicado, el administrador de la empresa de Joe Lewis, Nicolás Van Ditmar, profundizó sus diferencias con el presidente de la cooperativa bolsonesa, Amílcar Andreassi.
En una entrevista con el diario «El Ciudadano», el cooperativista había anticipado la inminente firma de un acuerdo entre Coopetel, la firma chilena Sílica y Lago Escondido para conectar a la comarca, por fibra óptica, con la costa del Pacífico y obtener el servicio de internet a menos de un tercio del valor mayorista (250 dólares contra 900 dólares mensuales) que abona actualmente la cooperativa.
Lago Escondido aportaría 400.000 dólares, como pago adelantado de servicios, para financiar una parte importante de la inversión necesaria para establecer el enlace.
Van Ditmar, en cambio, expresa que «Lago Escondido generó un proyecto para sí, con el objeto de mejorar sus servicios y sus costos en la propia provisión de internet. Fue nuestra idea compartirlo con la comunidad de El Bolsón, así todos resultaban beneficiados con la inversión que haríamos nosotros».
Admite que Andreassi les había comunicado que había personas dentro del Consejo de Administración de la cooperativa «que se resistían a desarrollar cualquier proyecto con nosotros».
En función de ello más adelante desmiente que el supuesto convenio esté tan adelantado como dijo Andreassi porque «por un lado hemos tenido varias reuniones sin llegar aún, a lograr una definición de pautas comerciales ni legales». Denuncia, además, la discriminación de la que fue objeto Lago Escondido en la asamblea extraordinaria de Coopetel del 3 de diciembre «para que no pudiéramos participar ni escuchar». Ese día, los asambleístas votaron para que la representante de la firma, la abogada Dalila Pinacho, se retire de la sala, cosa que ella no hizo.
A su término, Andreassi opinó que la letrada no fue «por Lago Escondido sino para respaldar a su marido».
Aludía al arquitecto Carlos Barbato, quien hace poco acusó al directivo de querer marginarlo del desarrollo del proyecto ejecutivo para un edificio en «la esquina», derecho que obtuvo por concurso.
Por último, Van Ditmar propone que «el camino entonces para concretar cualquier proyecto es someterlo a debate en una asamblea pública, de manera transparente, para que todos, así, puedan expresar sus ideas».
(Rio Negro Online)
[Diario de El Bolson BW]
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