El plan sistemático para desarmar a la Argentina, a punto de cumplirse. La trágica realidad de las Fuerzas Armadas
El primer objetivo fue desmantelar a la Inteligencia Militar como en los casos de Jefatura 2 de ejército y de la Marina de Guerra, denuncia contra el SIN (Servicio de Inteligencia Naval) por Horacio Verbitsky, a partir de un supuesto arrepentido. Las Fuerzas Armadas ya son incapaces de defender el territorio nacional.
Bastaron cinco años para terminar de destruir una de las columnas básicas de cualquier Estado, sin el cual, es imposible garantizar el orden público ni defender la Nación de ataques externos. Los argentinos lo lamentaremos en pocos años. Hoy en día ya sufrimos la incapacidad de nuestras Fuerzas Armadas de defender la soberanía, seaen el Mar con la pesca ilegal de barcos extranjeros, sea en el aire, con los vuelos clandestinos en el norte y sur del país.
Luego de la guerra de Malvinas, uno de los objetivos del Imperio británico fue implementar en la Argentina, la política de desmalvinización, que entre otras cosas, incluía evitar que las generaciones futuras de las Fuerzas Armadas, adquieran el conocimiento que obtuvo el personal que actuó en Malvinas. Primordial era, su desmantelamiento. Así sucedió durante toda la década de los 90, logrando gracias a los gobiernos corruptos y apátridas de Alfonsín y Menem, desactivar los planes militares de gran desarrollo, como la fabricación de aviones militares, el misil Cóndor o como el servicio militar obligatorio, etc.
En los 90 se comenzó la desarticulación de las Fuerzas, y luego de la caída de De La Rua, comenzó el segundo proceso, que culminará con la conformación de unas Fuerzas Armadas «patrulleras», solo capaces de custodiar pequeñas escaramuzas en un breve período de tiempo. Hoy en día, la Gendarmería Nacional posee mayor poder de fuego que el Ejército, y hasta su personal está mejor capacitado y activo.
La Ministro de Defensa, Nilda Garré, ha desmantelado completamente a las tres Fuerzas, y en cinco años y medio ha dejado al país totalmente indefenso, ya sea en caso de conmoción interior como en un ataque externo. Argentina es el país que menos ha invertido en la región en materia de Defensa, desde que Néstor Kirchner, allá por el año 2003, asumió como presidente. Garré ha admitido hace unas semanas, que el poder de fuego del Ejército, es menor a dos horas.
Repasaremos a continuación, la actualidad de las tres Fuerzas de forma breve.
Armada
No hubo oficiales de la Armada que cuestionaran la labor de su jefe, el Almirante Jorge Godoy, con excepción de el jefe de la Flota de Mar, Contraalmirante Francisco Galia, pues se negaba rotundamente al plan de desarme. Le expresó a Godoy, antes de ser pasado a retiro: «Su conducta no sólo es indigna, sino que es rayana con la traición». Esta frase refleja la actualidad de la Armada y de su jefe, que pasará a la historia como quien colaboró con la destrucción total de la alguna vez heroica, Armada Argentina.
Las unidades de la flota de mar navegan un promedio de 32 días anuales. La cantidad de buques de la Flota de Mar no supera la docena,
y gracias que aún están en funcionamiento. Sin ir más lejos, el ARA Puerto Deseado, buque oceanográfico, ha tenido varios desperfectos que han puesto en jaque los estudios que se realizan para la extensión de la Plataforma continental que vence el año que viene.
La Armada no puede defender la soberanía nacional en la milla 201.
Existen más de ciento cincuenta buques pesqueros y factorías extranjeros en inmediaciones del límite de las doscientas millas náuticas correspondientes a la República Argentina. Los patrullajes de la Armada, son insuficientes. Y para peor, ahora el encargado de custodiar esa zona es Prefectura Naval, que no pose la infraestructura adecuada para capturar ni advertir a los buques infractores.
Con solo 3 buques operando en óptimas condiciones, y un puñado de aviones navales, no se puede defender tan amplio sector de Mar Argentino. Hoy en día cualquier buque podría burlar la defensa nacional, sin ser detectado, llevándose nuestros recursos pesqueros. Ni hablar de buques clandestinos con tráfico de drogas o de armas, cualquiera puede penetrar el Mar Argentino sin ser detectado.
El primero de abril de este año, a un día de cumplirse el aniversario por la recuperación de las Islas Malvinas, el Ministerio de Defensa, no tuvo mejor idea que cerrar la base Aeronaval de Punta Indio, la Primera Escuadrilla Aeronaval de Ataque, cuna de los famosos aviones Aermacchi. Se cerró por falta de fondos. Seguramente los terrenos serán vendidos como el resto de las bases del Ejército Nacional.
El poder aéreo de la Aviación Naval ha quedado reducido a un puñado de aviones de reconocimiento y de carga, y solo se poseen 2 aviones Super Etendard operables, claro que sin misiles a bordo. La Infantería de Marina que supo ser en la época de Malvinas, la tercera más eficiente del mundo, hoy ya no existe. La han esmantelado por completo y la mayoría de sus unidades hoy son museo.
Ante estas preocupantes y tristes verdades, ¿cómo podrá ser posible defender 3 millones de km2 de aguas?
Fuerza Aérea
El 15% de la flota de combate de la Fuerza Aérea está en condiciones operativas. Poseen, averías o elementos vitales irreemplazables, no por sus costos o por alguna dificultad técnica, sino por la inexistencia de recursos materiales y por el bajo presupuesto que desde hace años está condena a tener la Aviación.
En 2007, de los 230 pilotos que tenía la Fuerza Aérea Argentina al comenzar el año, 55 ya solicitaron el retiro por falta de estímulo profesional debido a la carencia de medios para trabajar, es decir, aviones en condiciones.
Tras un accidente de un avión, la Ministro Garré no tuvo mejor idea que sacar de circulación a los Mirage, sin reemplazar a otro tipo de avión para su tarea. Desde el año 2006 a principios de 2008 hubo 4 accidentes aéreos. No quedan aviones, y tampoco pilotos.
La Fuerza Aérea es incapaz de controlar el espacio aéreo nacional, pues posee media docena de radares que en su mayoría son destinados al norte argentino para controlar los vuelos clandestinos con tráfico de drogas.
Todo el resto del territorio está «libre» para la entrada de cualquier tipo de aeronave. Es un grave peligro, sobretodo por la existencia del famoso aeropuerto inglés en la Patagonia, cuya pista es tan larga como la de Aeroparque de Buenos Aires y no posee ningún tipo de control. Es un grave riesgo para la seguridad nacional.
Ejército
Es el más golpeado. Su jefe, el Gral. Roberto Bendini, expresó en una oportunidad (18/09/06): «No tengo capacidad técnica…». Con esa frase se resume la realidad de la Fuerza.
Los terrenos de las unidades y regimientos se venden al mejor postor, pues el objetivo es liquidar todo tipo de material, personal y unidades, hasta lograr quedarse con solo cinco batallones que operen en determinados sectores del país.
Pequeñas brigadas
Como explicamos más arriba, solo se dejarán cinco batallones operando, que tendrán por nombre Fuerzas de Empleo Inmediato que conformarán el nuevo ejército: la 7 con sede en Corrientes; la 4 en Córdoba (aerotransportada); la 6 en Neuquén (especializada en montaña); la 3 en Mendoza (montaña) y la 5 constituída en el CAO (Centro de Instrucción y Adiestramiento Operacional) de Campo de Mayo.
El resto desaparece o se reubica dentro de estos 5 nuevos batallones.
La reducción en materiales, efectivos, e instalaciones, dejará libradas a la venta propiedades por un valor superior a los mil millones de pesos. Todos hacen negocio con las Fuerzas Armadas, y quien sale perdiendo es el pueblo, que cuando las precise ya no estarán para garantizar nada.
La vieja y fiel excusa que aniquiló la seguridad nacional Debido a la muestra de orgullo y bravía en la Guerra de Malvinas, Argentina es un caso especial que es seguido de cerca por Estados Unidos.
Por ello, desde el fin del conflicto hasta la actualidad, se han empeñado en vaciar el poder militar de la Nación, con una muy buena excusa, que tiene dividido al país: la última dictadura militar y la violación de los derechos humanos. En el año 2003, llegó un gobierno que simula defender los derechos humanos, cuando en realidad inunda de hambre y pobreza al territorio, con hipocresía y cinismo, su revanchismo de los 70, ha logrado aniquilar por completo a las Fuerzas Armadas. Aquellos que ayer tenían armas y las utilizaban contra el gobierno constitucional en los años setenta, aquellos que colocaban bombas y mataban a inocentes, hoy están en el poder.
El objetivo es disolver la defensa de la Nación, como sucedió con los países de Medio Oriente, para poder ocupar de una forma poco sangrienta al territorio que se desea usurpar. Es una estrategia similar, pero una táctica distinta.
No existen generales ni oficiales omprometidos a su Patria que tomen decisiones inteligentes, y si los hay son castigados o expulsados al emitir alguna crítica.
Un estudio del Banco Mundial refirió que la Argentina es el país que menos dinero gasta en defensa en toda América del Sur desde el año 2005. Se ubica en el puesto número 26, de los más indefensos del mundo, con relación a su PBI y el gasto destinado a materia de Defensa. De 131 países, se ubica en los últimos 26. Argentina gasta lo mismo en defensa que Bangladesh, o que Albania. Tengan en cuenta la extensión territorial de cada país. No olvidemos que Argentina es bioceánica, la Antártida Argentina es casi tan grande como nuestro territorio continental. ¿Cómo podemos defender nuestras 200 millas marinas desde el Río de la Plata al Canal de Beagle? Congo y Nepal gastan más en Defensa que Argentina, solo un dato curioso.
Estados Unidos, con la mira en los recursos naturales
Recientemente se ha reglamentado la «Ley de Defensa», que contribuye a que el Comando Sur de Estados Unidos se establezca en el país.
La ley dispone que las Fuerzas Armadas no podrán ocuparse de los asuntos internos (referidas al terrorismo, el narcotráfico y al crimen organizado).
Es a lo que el Comando Sur denomina «otras amenazas» y cuyo principal objetivo es eliminarlas. Por tanto, como en Argentina no hay otra fuerza capaz de disuadir estas «otras amenazas», bastaron solo dos años, para que el Comando especial de Estados Unidos llegue a nuestro país. Hoy, ha desembarcado en el Chaco, firmando un convenio con el Gobernador Jorge Milton Capitanich, que permite que el Comando Sur asiste con ayuda humanitaria a la población que reside en El Impenetrable chaqueño. Con la excusa de ayuda humanitaria, se están estableciendo en la Argentina.
Por si fuera poco, el Ministerio de Defensa realiza actividades conjuntas con el denominado «Comando Sur».
¿Por qué el desarme? Los objetivos y el futuro de las Fuerzas Armadas
El motivo del desarme es bien claro. Por un lado vemos las pretensiones de Estados Unidos y Gran Bretaña de obtener los recursos naturales del país, y por el otro un gobierno que solo piensa en destruir a las Fuerzas de Seguridad de la Nación, con el viejo pretexto de la dictadura militar, facilitando así, las ambiciones del poder extranjero. Hoy 2009, el objetivo ya está prácticamente terminado, cuando el 2011 llegue, veremos un país tan indefenso que no podrá actuar para evitar ningún tipo de saqueo de recursos, ni de territorios. Y aún más grave será, que los mismos gobernantes garantizarán la entrega de los recursos, otorgándole un marco «legal» a la vil maniobra.
La Gendarmería tendrá mayor capacidad y realizará la tarea que debería de realizar el Ejército. Es así como hoy vemos a los gendarmes custodiando las calles, ocupándose del tráfico de drogas, en materia de ayuda humanitaria, y pronto se encargará del terrorismo, colaborando con las fuerzas militares de Estados Unidos. Ya hemos analizado el futuro de cada Fuerza Armada más arriba, y su incapacidad actual de defender aquello por lo cual fue creado.
«El mar no tienen buques argentinos; por el cielo todos pueden volar, menos nuestra Fuerza Aérea; por tierra… ya no hay seguridad. Y por si no bastara con desarmar las Fuerzas de la Nación, también a los civiles quieren desarmar, para que no haya un solo patriota, que pueda su arma, disparar…»
La cantidad de armas civiles, es récord de destrucción en la República Argentina y también record en América latina.
¿Por qué a los civiles también?
La inseguridad en Argentina crece sin pausa. También el desarme de sus Fuerzas Armadas y el de los civiles, pero, ¿por qué? Hoy en día, desde el gobierno nacional se alienta el desarme, para evitar «accidentes» y el mal uso de las armas de fuego. Sin embargo, el gobierno nacional olvida, que el mayor peligro es que los civiles se desarman, pero los ladrones no. La idea sería muy buena, si además de desarmar al pueblo, también desarmaran a los que verdaderamente le hacen un grave daño a la sociedad, a los ladrones, asaltantes y traficantes.
¿Y por qué no atacar a quienes, como en la década del 70, poseen fábricas clandestinas de producción de armas? Las famosas armas tumberas, que muchos pudimos ver en las imágenes de televisión en una protesta en Córdoba hace pocas semanas. ¿Será que existen grupos de piqueteros apoyados por el gobierno que fabrican este tipo de armamento?
Y, mientras tanto, la producción de armas «tumberas» se incrementa.
¿Qué relación existe con el arsenal robado en Mendoza al Ejército Argentino? Allí se llevaron miles de fusiles y municiones. Y aún no hay pistas sobre el robo ni de sus autores. ¿Es solo una mafia que trafica armas o hay algo más? Robo de Arsenal militar en Mendoza, tras las pistas
Conclusión
Para 2011 se pretende dar por finalizado el largo objetivo de la destrucción total de las Fuerzas Armadas. Dejar el camino libre para que el poder extranjero pueda no solo extraer a través de sus empresas los recursos naturales, como ya lo está haciendo, sino que intentará darle una garantía mayor, que es evitar que cualquier gobierno o grupo político intente evitar el saqueo y entrega de los recursos naturales.
Al no haber poder de cohesión, no puede existir garantía para defender a la población ni sus recursos. Una Argentina indefensa es susceptible de perder sus más preciados territorios y recursos, quedando fuera de su alcance la defensa de su Antártida, de su gran y extenso Mar Argentino.
Serán Fuerzas Armadas extinguidas en la práctica, aunque en teoría funcionarán como hoy las vemos, con un margen de acción limitado a lo igual que sus miembros, material y armamento.