¿Cómo es que naciones que iniciaron su vida nacionalista y revolucionaria con líderes de igual extracción social e ideológica y visiones políticas similares, y que ningún caso tuvieron el estorbo de rendirle cuentas a una democracia u observar las libertades individuales, acabaron siendo tan diferentes?
Presidente de la Fundación Libertad (Panamá). Fue Presidente de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa y miembro de la Cruzada Civilista Nacional, desde donde luchó por la democratización de Panamá, sufriendo el exilio por su combate contra la dictadura militar que gobernaba ese país en la década de los ochenta.
En el año de 1959 en dos naciones tropicales, en lados opuestos del mundo, acceden al poder dos jóvenes abogados: Fidel Castro en Cuba y Lee Kwan Yew en Singapur. Castro es nombrado Primer Ministro el 16 de febrero y Lee Kwan el primero de junio. Ambos eran radicales nacionalistas y profesaban una ideología de izquierda. Ambos ejercieron el poder en forma autocrática y dictatorial.
Pero las semejanzas terminan allí. Cincuenta años más tarde, Singapur y Cuba son países muy diferentes debido al liderazgo y visión que cada uno de estos autócratas imprimió a su pequeña revolución. Singapur, que en 1959 no era más que un subdesarrollado islote es una de las naciones más desarroladas del planeta. Cuba, que entonces era mucho más desarrollada que el resto de la América Latina y por supuesto que Singapur, sigue sumida en la pobreza y la dictadura.
Para medir la enorme diferencia, es necesario citar algunos números (basados en cifras del 2007 y algunas del 2006). Mientras que Cuba tiene 110 mil kilómetros cuadrados de extensión de excelente tierra y poblada por 12 millones de habitantes; Singapur que mide menos de 700 kilómetros cuadrados de arena y manglar con una población de 4,5 millones tiene un Producto Interno Bruto (PIB) que excede el cubano mas de cuatro (4) veces (222.1 vs. 51.1 Millardos de US $) y el ingreso per cápita en diez (10) veces (US $48,900 vs. US $4,500).
Las cifras arriba son consistentes con otras medidas físicas bienestar y consumo. A pesar de ser 3 veces mas pequeño que Cuba en población, Singapur consume 35,9 millardos de Kilovat horas ( kWh) de electricidad; consume 800 mil barriles de petróleo al día, tiene dos millones de teléfonos fijos (uno por cada dos y medio habitantes) y casi 5 millones de teléfonos celulares ( mas de uno por cada habitante).Las mismas cifras para Cuba son un consumo anual de electricidad de 16,4 millardos de KWh ( seis veces menos por habitante) y un consumo de petróleo de 150 mil barriles diarios. En telefonía, Cuba para el mismo año tenía 972 mil teléfonos fijos (uno por cada 12 cubanos) y con 152,700 celulares (uno por cada 800 cubanos).
Los indicadores sociales, de que Cuba se jacta y justifica su revolución, son igualmente inferiores. Mientras que Cuba en el 2007 tenía una tasa de mortalidad infantil de 6.04 por millar y una esperanza de vida al nacer 77.08 años, en Singapur la mortalidad infantil era de 2.3 por millar y la esperanza de vida la población 81.8 años. Cuba si tiene una mejor tasa de alfabetización que Singapur -99.8% vs. 92.5% – pero los grados de escolaridad y preparación universitaria son notablemente mayores en el tigre asiático. Mientras que Singapur lidera los concursos y mediciones anuales en ciencias y matemáticas ( el TIMMS por ejemplo); Cuba ni siquiera participa en tales mediciones.
¿Quién parece mejor equipado para el futuro? Aparte de las notorias diferencias económicas y de calidad de vida, Singapur es un país globalizado insertado en la comunidad de naciones con unas reservas monetarias de US $ 157 millardos ($US 35,000 por habitante) y una deuda externa de apenas 15% del PIB. Cuba posee reservas de US $ 4,500 millones; US $ 375 por cubano (cien veces menos que en Singapur) y una deuda pública de 37.2 % del PIB.
¿Cómo es que naciones que iniciaron su vida nacionalista y revolucionaria con líderes de igual extracción social e ideológica y visiones políticas similares, y que ningún caso tuvieron el estorbo de rendirle cuentas a una democracia u observar las libertades individuales, acabaron siendo tan diferentes? No hay respuesta simple pero mientras Lee utilizó todo su poder político para mejorar lo material, Fidel utilizó lo material para consolidar su poder político. Mientras que Lee buscó la apertura, las alianzas y la inversión local y extranjera a las que ofreció ventajas y garantías, Fidel las repudió sistemáticamente. Un aspecto muy importante es que Lee, a pesar de ser autoritario y arbitrario, nunca desdeño ni eliminó el sistema judicial, el cual usó con mucha fuerza. Fidel Castro no se molestó jamás con darle a Cuba visos de república con alguna separación de poderes.
Desde 1990 Lee abandonó el trono. Gobiernan sus hijos y parientes, profundizando el exitoso modelo de apertura. La autocracia en Singapur, nada comparada a la situación actual de Cuba, ha ido cediendo. Lee Kwan Yew, joven líder de la izquierda nacionalista es hoy un señor; paladín de la globalización y el capitalismo; invitado a conferenciar y a asesorar a empresas y gobiernos en todas partes y de todas las tendencias
El otro líder nacionalista e izquierdista de su generación, Fidel Castro deja el poder porque su cuerpo se lo exige pero se aferra a una sucesión familiar con los mismos vicios de su fracasado modelo. Su rol en el avance de la civilización es cuestionable y sus seguidores muy pocos. La historia no lo absolverá. Simplemente lo absorberá.
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