Julieta Spina y el Cholo

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La modelo Julieta Spina es la tapa de la Revista Paparazzi de esta semana. Al parecer, la joven favorita de Roberto Giordano estaría manteniendo una relación con Diego “El Cholo” Simeone en medio de esta novela mediática con su actual esposa Carolina Baldini, pero por el momento ninguno de los dos ha confirmado este amor.

Julieta Spina tiene 28 años y ha modelado en Londres y París, pero hoy por hoy está algo alejada de las pasarelas. Actualmente forma parte del programa de Ari Paluch “El Exprimidor” por Radio Uno.

Según vecinos de Puerto Madero, la modelo ha sido vista varias veces ingresando al departamento del Cholo Simeone, pero Julieta, desmiente a Revista Paparazzi mantener una relación amorosa con el director técnico de River Plate, y que solo lo conoce del gimnasio donde coincide en algunos horarios.

Nota Paparazzi

Mientras Carolina Baldini sale en revistas y televisión explicando lo inexplicable, el DT de River Plate no se queda quieto. Y así como la Chola buscó un hombre fornido y más joven, el Cholo prefirió una sensual modelo de 28 años. Se llama Julieta Spina, y desde hace varios meses vive con ella un romance aquí mismo, en Buenos Aires, que al fin no sale tan caro como viajar a México, ¿no? ¡¡Sí!! ¡La tenía bien guardada,Dieguito!

Hay que reconocerlo: el tipo es un caballero. Porque mire que la pasó mal, ¿eh? ¡Muy mal! En verdad la está pasando mal ahora, hoy, en estos días, desde aquella tapa de Paparazzi del 7 de marzo de este año, donde se la veía a su mujer, Carolina Baldini (32), conversando de manera muy amistosa con un musculoso bañero en San Bernardo. Y todo empeoró la semana pasada con unas nuevas fotos de la Chola y He–Man en Playa del Carmen, juntitos los dos juntitos, aunque esta vez en arenas mexicanas.

Sin embargo, aunque Diego Simeone (38) la esté pasando pésimo, se la aguanta. Y muerde el cuchillo con rabia, infla el pecho y pone la frente en alto para soportar, inmutable, las cargadas de los hinchas rivales y los murmullos en los pasillos del Monumental. Aquellas fotos son como una espina clavada en la planta del pie. Y también una Spina. Así, sin la “e”. Como la modelo Julieta Spina (28), ¿vio? ¡Sí, claro! La rubia que… que sería su… su… ¿su amante? ¡Huy!

¿Línea de tres? ¡Noooooo! Línea de cuatro. Porque a este triángulo amoroso habría que agregarle una pata más. Recién decíamos que Simeone no hizo nada como para tener que atravesar esta situación incómoda, cuanto menos. ¿O sí hizo? “Al Cholo todavía nadie le sacó una foto con una mujer”, advirtió Baldini con certeza, cuando el viernes 8 de agosto visitó a Susana en su living. Ubicada en el ojo de la tormenta, la ex Bailando intentó, de esa manera, patear la pelota afuera. Y la mujer de la que hablaba sería esa mujer: Julieta Spina.

Recapitulemos. Está claro que la historia entre Carolina y Fabián (el famoso He–Man) comenzó antes de aquellas fotos en la costa bonaerense. El amor, al parecer, se inició en vísperas de las últimas Fiestas. Y en esas mismas semanas, días más o días menos, el entrenador de River inauguró una relación sentimental con una compañera del Vilas Raquet, el gimnasio de Palermo. ¿Quién? Julieta Spina, por supuesto. Allí, entre pesas, mancuernas y cintas de correr, el ex futbolista y la modelo establecieron un vínculo. Que se conoce ahora, poco después de que la Chola disfrutara de tacos, nachos, mariachis… y un bañero.

Playa del… Con el correr de las horas, trascendieron más detalles del ya célebre «contacto en México”. La Chola y He-Man usaron pulseritas vip, que les permitían libre ingreso a todos los sectores del balneario. Si él estaba trabajando, ¿para qué necesitaba una? Ella ocupó la habitación 2140 del sector Maya, junto a Roxi, su mucama, y testigos de esos días dan cuenta no sólo de escapadas a la luz del día, sino de paseos vespertinos por el shopping, y bailes ardorosos hasta el amanecer en la disco del hotel. Una mucama, incluso, señaló que “Si esa mujer dice que no son pareja, es una caradura. Todo el mundo la vio bailando y chapando con ese señor”. Más claro, echale agua…rdiente.

¿Quién es esa chica? Pero… volvamos a Spina. Nacida el 2 de enero de 1980, lució sus 85–60–89 en París y Londres, adonde fue a probar su suerte como modelo. Aunque para las exigencias europeas le faltara altura (mide 1,70) sus rasgos angelicales fueron su tentadora carta de presentación. En su regreso al país tampoco le fue mal. Fue una de las preferidas de Roberto Giordano, y supo mantenerse entre las modelos a quienes siempre llaman los relacionistas públicos para cuanto evento se realice. Ya un tanto alejada del mundo de las pasarelas se animó a la radio, allí donde la imagen no es nada: Spina participa de El Exprimidor, el programa de Ari Paluch. La marcha de su corazón también la llevó aquí y allá. Alguna vez se la vinculó con el relacionista público Hernán Nissenbaum, y fue probado su romance con Julio Comparada, presidente de Independiente. Pero novio, lo que se dice novio, tuvo uno solo: un representante de modelos llamado José Castro. “¿Qué hombres la vuelven loca? Los que le llevan algunos años y tienen una buena posición. Es que a Juli le gusta que la contengan y le brinden seguridad”, dicen quienes la conocen. Y eso habría encontrado en Simeone.

Aquellos que transitan con frecuencia las veredas de Puerto Madero aseguran haberla visto más de una vez entrando al edificio donde vive Simeone, desde la crisis con Baldini. Lo mismo cuentan los vecinos de Las Cañitas, pero al revés: el Cholo también conocería el departamento donde la rubia vive en ese coqueto barrio porteño. “No tengo nada que ver en todo este escándalo –aclara Spina, ante la consulta telefónica de Paparazzi–. Pero es verdad que a Diego lo conozco del gimnasio. Nos cruzamos una vez por semana porque coincidimos en el mismo horario, pero nada más, y a Carolina también la conozco. Tenemos muy buena onda. ¡Pero me metieron en el medio! Y no sé por qué. Y además… a Diego no lo veo desde hace un montón, desde febrero o marzo, cuando aparecieron esas fotos en la revista. Encima… no llegamos al gimnasio a la misma hora: yo voy a la mañana y él, a la tarde”, dice. Pero, ¡¿cómo?! ¿No era que coincidían en el horario? Mejor no arrojemos más leña al fuego…

Así las cosas, la sospecha ahora se instala en un cálculo temporal: ¿el Cholo y Spina habrían comenzado su relación a la par de Baldini y He–Man? Porque entonces, ¿quién podría arrojar la primera piedra?