Sendero del Pitranto Grande
El Sendero del Pitranto Grande Parte desde el Camping izquierdo del Parque Nacional Lago Puelo, recorre un kilómetro por un fascinante bosque de Pitras y culmina en la zona balnearia de «La Playita». En algunos tramos se ven varios ejemplares de arrayanes centenarios.
Al ingreso del sendero se atraviesa un prado bañado por el sol, rodeado de bosque nativo, al margen del cual un alambrado delimita el terreno de los guardaparques. A los lados del camino hay árboles de manzanas silvestres, ciruelas, frambuesas y otros frutales. La puerta de entrada: Llegamos a una “puerta” hecha de troncos y al traspasarla nos internamos en la oscuridad del bosque. Entrada de Troncos al recorrido del Pitranto Grande. En primer lugar caminamos sobre un puente de madera que sortea un arroyo, mas allá observamos que se extiende un bosque de pitras y arrayanes sembrado de hojas y raíces, el sendero que vamos a recorrer serpentea entre las malezas. Los árboles de esta zona son extraños ya que sus troncos son curvos y raros, con ramas arqueadas y que se tuercen expandiéndose sobre la vegetación, que es abundante. Cabe destacar que este paseo es más sombrío que el propio Bosque de las Sombras, y la atmósfera “mágica” es mas intensa aun que en este ultimo. Los rayos del sol pasan entre las copas iluminando franjas del terreno y partes de la vegetación del bosque, cuanto mas avanzamos, mas recordamos los relatos de Tolkien. El sendero continua internándose en la profundidad del pitral, los sonidos de la playa se hacen lejanos por momentos y si guardamos silencio podemos apreciar el canto de las aves que recorren pacíficamente su hábitat. En un momento dado, casi en el centro del recorrido, hallamos un pitranto muy antiguo y grande con un pequeño banco para descansar a sus pies. En el centro del Sendero del Pitranto Grande . Mas adelante, siguiendo el sendero que a veces es delimitado por troncos arrimados en el suelo, llegamos a otro puente que cruza un arroyo mas ancho que el anterior. Las ramas de los árboles forman túneles sobre el cause y el clima se vuelve mas húmedo. Al llegar a la salida del bosque vemos otra puerta construida con troncos y la luz del sol que ilumina la costa. Mas adelante, caminaremos por la playa, aun dentro de un bosque, pero abierto, y sobre arena. El sendero desemboca en La Playita.
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Cada parte de la caminata es imperdible. El contraste de ocres, verdes y amarillos harían el deleite de cualquier pintor de oleos o fotógrafo paisajista.
Los arboles se reflejan en las aguas oscuras del arroyo que corre por el Pitral
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