Mientras Clarín sigue cumpliendo ordenes de la corrupta industria farmacéutica y promocionando productos letales e ineficaces mediante sus cientos de diarios satélite cuyos periodistas tienen e-mails que terminan en @artear, como es el caso de Bariloche 2000, comentaremos otro caso de efecto adverso altamente nocivo por parte de las vacunas contra el VPH.
Hace solo tres meses, cerca de las diez de la mañana, una niña sufrió un shock anafiláctico en el colegio Parra de Murcia, España, tras recibir la vacuna contra el papiloma humano. Hasta el lugar se desplazó una UME del 061 que asistió a la niña y la trasladó al hospital Morales Meseguer, según informaron los medios.
Leer Nota: La vacuna contra el VPH es ineficaz y peligrosa
Como las vacunas jamás fueron testeadas es imposible conocer su composición exacta, lo cual da lugar, entre otros efectos colaterales a la anafilaxia, que es una reacción inmunitaria generalizada del organismo, una de las más graves complicaciones y potencialmente mortales, ante el contacto con un alérgeno con el que anteriormente ya había tenido contacto. Aunque la distinción clara es difícil, la anafilaxia se distingue de la alergia por la extensión de la reacción inmunitaria, que habitualmente comprende uno o más sistemas orgánicos (p ej. respiratorio, vascular, cardiaco, etc.). Cuando las manifestaciones de la anafilaxia ponen en riesgo inmediato la vida del paciente, se utiliza el término choque anafiláctico. El término anafilaxia fue acuñado por el Premio Nobel de Medicina Charles Robert Richet. El shock o choque anafiláctico se detecta particularmente cuando se utilizan medios de contraste en radiología, o se aplican algunos fármacos terapéuticos. Conviene definirlo como la falla circulatoria que se presenta abruptamente después de la penetración en el organismo, generalmente por vía parenteral, de un alérgeno al cual el sujeto está sensibilizado.
En España ya existe una asociación de afectadas por la vacuna del papiloma ( aavp.es ). La asociación nació ante la impotencia de las familias afectadas, ya que las autoridades sanitarias españolas las dejan de lado y las empresas fabricantes de la vacuna, Merck & Co., Inc y GLAXOSMITHKLINE no se responsabilizan de los efectos adversos causados por sus ineficientes vacunas, que no combaten ni el virus ni el cáncer según estudios científicos del propio Gobierno de EEUU. Hasta diciembre del año pasado ya habían ocurrido 61 muertes y 17.000 efectos adversos solo en Norteamérica.
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