Dos de las chicas continúan internadas en el Hospital Comarcal, ya que persisten las fuertes migrañas y convulsiones, aún así la prensa europea sigue mintiendo y considerando que «las reacciones adversas no se consideran graves». Las niñas pertenecen a Caravaca de la Cruz, un municipio español situado al oeste de la Región de Murcia. Crónica de efectos secundarios anunciados: Las reacciones adversas producidas por la vacuna contra el VPH sembraron «inquietud» en las familias de las victimas. A las niñas se les inyectó la falsamente llamada «vacuna contra el cáncer de útero», así mencionada por los diarios sobornados por la industria farmacéutica. Y desde BWN Patagonia debemos aclarar nuevamente: NO ES UNA VACUNA, no combate el VPH ni el VPH produce cáncer de cuello de útero. Las niñas inocentes y anteriormente sanas, empezaron a sufrir un severo dolor de cabeza y convulsiones. Sus familias las llevaron a la sala de Urgencias del Hospital Comarcal del Noroeste donde fueron atendidas. Mientras tanto, la Asociación de Afectadas por la Vacuna del Papiloma Humano de España, manifestó su pesar.

El peligroso fármaco fue introducido al programa sanitario español, en colaboración con organizaciones de docentes mentirosos que intentan «prevenir el virus del papiloma humano», luego de que Merck y GlaxoSmithKline sobornaran al gobierno, acorde a como operaran estas corporaciones farmacéuticas en países corruptos.

El personal del hospital tomo la decisión de mantener a las niñas bajo observación para comprobar su evolución; tras realizar una serie de pruebas «se confirmó que se trataba de una reacción descrita», es decir listada en el prospecto de la vacuna, pero no por ello menos peligrosa ni dañina, como los diarios de España quieren hacerlo ver.

 Como los daños constan en el prospecto de la vacuna, los médicos que reciben dinero de los laboratorios, no menos corruptos que el gobierno, dictaminaron que «las chicas presentaban un cuadro normal», descartando que pudieran sufrir una encefalitis, y esta ultima declaración no tiene asidero científico. «No tendrán encefalitis» solo porque a  nosotros se nos ocurre.

 De esta manera, los padres creerán que el efecto secundario es «normal» y darán a sus hijas la tercera y letal dosis de la vacuna. Dudamos que estas niñas salgan nuevamente en los diarios después de eso.

Tal y como sucedió en cada uno de los casos fatales producidos por esta vacuna «(…) tras remitir los primeros síntomas, dos de las niñas fueron dadas de alta, aunque horas más tarde, una de ellas tuvo que regresar al hospital ya que los síntomas persistían», estamos hablando de dos efectos adversos conocidos que indican daño cerebral, dolor de cabeza y convulsiones. «Por esa razón, dos de ellas siguen hospitalizadas y continúan un tratamiento sintomático, a la espera de una evolución positiva».

La Asociación de Afectadas por la Vacuna del Papiloma solo pudo hacer un comentario bajo la publicación del diario:

«Lamentamos que más jóvenes sufran los efectos adversos de esta vacuna. La Asociación de Afectadas por la Vacuna del Papiloma ofrece su ayuda a las familias, que pueden contactar con nosotras en www.aavp.es. La opinión pública debe saber que son muchas las jóvenes que están sufriendo trastornos neurológicos y enfermedades autoinmunes causadas por esta vacuna, enfermedades que en algunas ocasiones les incapacitan de por vida. Los efectos adversos son numerosos y aunque en la práctica, los laboratorios implicados los niegan, en la actualidad están recogidos en las fichas técnicas. La Asociación de Afectadas por la Vacuna del Papiloma (AAVP) se pregunta cuántas víctimas más serán necesarias para que de una vez por todas prime el sentido común de quienes nos gobiernan y sean capaces, finalmente, de asumir la responsabilidad y sus errores al autorizar esta vacuna. Y que corrijan la situación».

La historia según la prensa española, que oculta miles y miles de casos

En el año 2008 otras dos niñas valencianas de 14 años que se habían inyectado la segunda dosis de la vacuna contra el VPH, padecieron efectos adversos y fueron derivadas a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Clínico de Valencia. Por aquel entonces, el Ministerio de Sanidad decidió bloquear un lote de 75.582 dosis de estas vacunas en toda España. Sin embargo, los familiares de las victimas no se conformaron con esto: Exigieron a la Consejería de Sanidad y al Ministerio que directamente detuviera la campaña de vacunación y retirase inmediatamente el producto del mercado. Las menores, que antes gozaban de buena salud, presentaron un cuadro de convulsiones y picos de fiebre muy altos. Una de las niñas comenzó a sufrir los efectos adversos tan solo 10 minutos después de haber recibido la vacuna. Se desmayó en medio de convulsiones. Por supuesto, intentaron desviar la atención de la vacuna buscando algún otro problema en la niña que hubiera dado lugar a los daños sufridos. Sin embargo, al día siguiente otra adolescente llegó a la sala de urgencias. Acababa de recibir la vacuna contra el VPH. El gobierno español atribuyó el problema al «lote del medicamento» y no al medicamento en general, para poder continuar con la campaña obedeciendo a sus tratos con la industria farmacéutica.

Gran diferencia con Argentina

El Departamento de sanidad español dictaminó que la administración de esta «vacuna» es voluntaria, y no obligatoria como en Argentina.

BWN Patagonia