Durante la semana que pasó comenzaron a aparecer en la zona de Quilmes unos «panfletos» firmados por una tal «Asociación Multipartidaria de Profesionales y Comerciantes de Quilmes», con imputaciones graves hacia algunos de los políticos más conocidos de esa zona: «Detrás de Cristina de Kirchner, en Quilmes, se esconde Aníbal Fernández, Villordo y su candidato a concejal (Fernando) Rizzi.
Todos ellos protegen a una banda de delincuentes conocidos en la ciudad. Su máximo exponente es el matón Marcelo Mallo, es el funcionario encargado de Solano y Bernal a quien el encomendaron comprar el voto de los pobres con dinero y alimentos.
Se encuentra cumpliendo una condena con libertad condicional por utilización de documento falso (Causa 1117/03 Tribunal Federal de Entre Ríos). También se encuentra procesado por extorsión, amenazas y lesiones en Quilmes y sus causas se encuentran elevadas a juicio oral a desarrollarse próximamente.
Está imputado por ingresar armado y con una banda drogada al recinto del concejo deliberante hace tres meses, junto a Rizzi y (Daniel) Gurzi, hoy candidato a diputado Provincial, por el Frente para la Victoria de Quilmes.
Actúa con el conocido DEDO, otro presidiario sacado de la cárcel por Aníbal Fernández, quien vende drogas en las parrillas clandestinas de Quilmes, a cambio de pintar paredes para Villordo.
Por nuestros hijos y por nosotros NO permitamos que sigan manejando la ciudad, votemos en defensa propia. Votemos a cualquier partido político (…) pero no votemos a esta lacra».
Desde las virtuales páginas de este periódico hemos detallado sobradamente algunos de los escándalos de esa zona, como el de la droga secuestrada hace casi un mes en la localidad de Quilmes, la cual se encontraba en manos de Aníbal Centurión, quien tiene una unidad básica identificada con el kirchnerismo quilmeño.
En ese allanamiento -en la casa de Centurión- se habrían encontrado máquinas para “hacer” billetes y medio kilo de cocaína.
Lo interesante de este personaje es que militaba en una unidad básica que pertenece a la estructura política del intendente de Quilmes, Sergio Villordo, y del ministro Aníbal Fernández, ubicada en Avenida La Plata y Lamadrid, de Quilmes Oeste.
Asimismo, Centurión colabora con Daniel Gurzi (1), secretario General de la Municipalidad de Quilmes y segundo candidato a diputado provincial. Gurzi, como hemos visto, aparece nombrado en el volante transcripto, lo cual da cierta credibilidad a las imputaciones que se efectúan allí.
Aquellos que conocen la trastienda de los «negocios» en Quilmes -entre ellos el narcotráfico-, no dudan en afirmar que la protección siempre proviene desde lo más alto de la cúpula del poder. «cuando Uds. hablan de los municipios mafiosos, se olvidan de Quilmes, a cargo Sergio Villordo, ex-chofer y guardaespaldas del actual Ministro de Interior Aníbal Fernández, cuando éste era Intendente de Quilmes. La comunidad toda conoce que Villordo es el testaferro de Aníbal, y que en realidad, quien maneja el Municipio es el propio Fernández», confesó a este periodista Lucía R., una vecina de la zona sur que vive indignada por la impunidad con la que se manejan ciertas cuestiones non sanctas.
Lo llamativo es que, a pesar de todo lo que se sabe, el Gobierno Nacional sostiene al ministro del Interior aún a costa del desgaste de su propia imagen. Desde este periódico hemos publicado no menos de 10 denuncias por narcotráfico que involucran a media docena de funcionarios del gabinete de Kirchner, pero nada ha sucedido, no sólo a nivel judicial, sino a nivel político. Esto lleva a sospechar que quizás algunos de esos escándalos tengan el visto bueno de la mismísima Casa de Gobierno.
La idea no es nada descabellada. Veamos.
Valijas blancas
Desde el mismo día en que estalló el escándalo de las valijas con cocaína de Southern Winds que iban a España, desde este sitio comenzamos a investigar exhaustivamente. Antes que ningún otro medio publicamos los nombres de algunos de los funcionarios implicados directa e indirectamente con el mismo y aseguramos que había media docena de hombres de confianza de Kirchner involucrados.
Entre los más llamativos, aparecieron en nuestra investigación los nombres del secretario de Transporte, Ricardo Jaime; el director de Aduanas, Ricardo Echegaray; el ministro de Planificación, Julio De Vido; y el embajador argentino en España, Carlos Bettini.
Sospechosamente, Jaime ha sido un gran defensor de la inviable ruta de SW a Tacna y uno de los funcionarios más salpicados por el escándalo, al punto de haber sido señalado por uno de los testigos de la causa como «mandamás» de SW. Lo que pocos saben es que Jaime suele reunirse con asiduidad con Daniel Jorge Razzetto, presidente del Club Quilmes y señalado por más de una fuente como «traficante de drogas» en ese partido bonaerense.
Razzetto a su vez es íntimo amigo del ministro del Interior, Anibal Fernández, denunciado por este medio por proteger a una banda de narcotraficantes de la misma zona del conurbano.
Nada parece ser casual. Y es que hay un secreto guardado bajo siete llaves que tiene que ver con una sociedad comercial entre Jaime, Razzeto y Fernández llamada Sifón SA (2), a través de la cual se explota el Bar Malacara, ubicado en Marcelo T. de Alvear 1.500, de Capital Federal. Allí puede verse a los nombrados reunirse con regularidad. En medio de tantas casualidades, hace unos meses habría habido un allanamiento por drogas en el citado bar que se «suspendió» cuando recién comenzaba y nunca más se volvió sobre el tema.
Ahora, a casi un año de que estallara el escándalo de SW, la justicia pidió la captura internacional de un narcotraficante colombiano y de otros tres extranjeros por su presunta vinculación con ex empleados de la empresa detenidos en la causa.
Según cuenta diario La Nación «El hallazgo de la conexión colombiana en el caso SW fue posible gracias a la declaración de un narcotraficante arrepentido que, a cambio de una reducción en su condena, aportó datos sobre el embarque de las valijas.
Adónde va llevar esta nueva pista es algo que inquieta a los investigadores, pues no descartan que pueda haber lazos de esta banda con el ya condenado por narcotráfico en la Operación Langostino (3), Jorge Francisco Alonso, que fue detenido en mayo último, en Valencia, cuando llevaba 28 kilos de cocaína».
Según la investigación del citado matutino, Alonso era pasajero frecuente de SW y habría viajado a España el 14 de septiembre último en el mismo avión en que se había embarcado uno de los cuatro detenidos del caso.
Lo más interesante es que Alonso viajaba habitualmente por SW tanto a Salta como a Madrid, dos destinos más que apetecibles para el narcotráfico.
Todo es historia
Hace unos meses, este periodista se contactó con una importante fuente de información a efectos de reconstruir la historia de Southern Winds y sus creadores, la familia Maggio. «Los Maggio son de Villa Devoto, el padre de Juan, Don Angel volaba para Braniff una empresa yanki, nunca tuvo un gran rango, pero el suficiente como para que fueran sus tres hijos alumnos del Villa Devoto School, el colegio bilingüe mas caro de Devoto», aseguró el informante, como comienzo de un relato atrapante.
Prosigue mi interlocutor: «Juan es abogado y entró a trabajar en Lapa junto a Andy Deustch, cuando Juan le propuso hacer un proyecto como el de SW con vuelos entre las provincias Andy no agarró y Juan renunció llevándose todos los contactos de Lapa posibles. Con su característico caradurismo se contactó con la ‘Bombardier’ de Canadá para presentarle el proyecto a ver si podían venderle un avión al mayor plazo posible.
Tenía 200 lucas verdes ahorradas y las destinó a su proyecto, pero sabemos que con eso sólo no alcanza. Se juntó con un par de ex aerolineas que se habían adherido al retiro voluntario y lo asesoraron bastante bien. Luego pusieron algo de su guita, pero seguía sin alcanzar para el ambicioso proyecto. Con su plata más la de algunos amigos de su padre, que también volaban, puso la empresa. Falta una importante diferencia para poder comenzar a operar que nunca sabremos de dónde salió.
Los primeros años el socio era Miguelito Cartazzo, que nunca supimos cómo desapareció del mapa y frecuentó cada vez menos a Juan. Al mismo tiempo ya tenían sus primeras oficinas en la calle San Martín.
La secretaria de Juan, Natalia (4), era hija de un ex ‘Aerolineas Argentinas’ de intachable trayectoria, Gezio Bresciani, también vecino de Villa Devoto.
Un tema: con una empresa con pocos vuelos de cabotaje y una sola conexión a Buenos Aires, no se puede explicar cómo su secretaria en tan solo un año de trabajo con 24 años se compró un auto de casi U$S 20.000«.
Más allá del dato de color, llama la atención que, hasta el momento de la caída de Lapa, tanto Juan como sus socios -y su secretaria- obligaban al personal de SW a decir que la empresa no tenía problemas económicos. Sonaba raro el dato en un país en donde Lapa y Dinar desaparecían del mapa y hasta Aerolíneas Argentinas estaba en rojo.
Una ex empleada de SW confesó a quien escribe estas líneas que existe un manejo muy raro con las azafatas: «Una azafata no puede ser despedida, esta es una ley internacional que las ampara. Por eso, en muchos aviones de cualquier empresa se pueden ver algunas de ellas ‘entradas’ en años. En SW las azafatas misteriosamente renunciaban. Si estudiáramos y comparáramos las renuncias con las demás empresas, SW encabezaría los primeros puestos. Algo pasaba y, antes de que se desatara un escándalo fue mejor cerrar algunas bocas.
Todo aquel que entraba en SW no declaraba ganar un gran sueldo, pero vivía como si así lo ganara. Las azafatas vestían de punta en blanco (cuando ya no tenían el uniforme) y se daban gustos poco imaginados».
Por otro lado, la misma fuente confirma lo publicado oportunamente por Tribuna de Periodistas respecto a que muchos de los vuelos de la empresa iban vacíos, lo cual hace sospechar otro tipo de negocio. «La ampliación de destinos creció atada con alfileres, un buen convenio con gente del ser hizo que el destino top fuera San Martín de los Andes, lo que nunca se dijo es que los vuelos ni siquiera fueron llenos en temporada alta, cuando mucha gente se iba a Chapelco a esquiar», asegura mi interlocutora, agregando que «el vuelo que menos se explicó en esos años fue el que se hizo hacia la provincia de San Luis. Los vuelos iban por lo general vacíos, pero un convenio con la provincia, hacía que ésta cubriera el remanente de pasajes no vendidos, más allá de que San Luis vino creciendo como destino turístico, no se justifica en absoluto que solventara aviones que aterrizaban en su provincia prácticamente vacíos».
Confirmando datos
Desde que comenzara el expediente SW, hasta la fecha, se encuentran detenidos con prisión preventiva -confirmada por la Cámara de Apelaciones- las siguientes personas: el encargado de pasajeros frecuentes, Walter Beltrame; el gerente de ventas internacionales, Fernando Arriete; y el supervisor de tráfico Claudio Baudino. Ariel Tamburrini, empleado de SW en Madrid, se encuentra también preso y procesado, pero aún la Cámara no definió su situación.
Hay quienes aseguran que algunos de los nombrados nada tienen que ver con esta causa. Uno de ellos, empleado de la empresa, juró a este periodista que «hay alguien que esta pagando caro por todo esto, y son los chicos que quedaron detenidos. Puedo decirte que Fernando Arriete era bastanto ‘guarro’, que le disputaba el lugar de confianza a Cristian con respecto a Juan, y que acercaba todo tipo de gente a la empresa con fines superficiales, pero nada más que eso.
Nada de lo que acercaba Arriete fue demasiado productivo pero él siempre se movió a la par de Juan y de Cristian. Walter Beltrame era del grupo de los ‘pendejos’, tenía relación con Pato Maggio, el menor de los Maggio que tuvo un perfil muy bajo en todo el escándalo. No tengas dudas que a la hora de contratarlo (a Beltrame) el cargo del padre en Ezeiza pesó mucho, porque para todos se suponía que convenía».
Respecto a las conexiones de los dueños de SW con gente del poder, la misma fuente asegura que el fiscal «Eamon Mullen tiene relación con los Maggio a través del club San Martín. Eamon fue el presidente del club durante más de cinco años, pero dejó su cargo cuando comenzó la causa SW, para nunca más aparecer.
Pocos saben que Mullen se puso un estudio de asesoramiento penal a empresas, y rápidamente captó a SW, que por entonces empezaba con los problemas. Lo curioso es que la primer medida tomada en su club fue alambrar todo espacio por donde pudiera entrar algún intruso y redoblar las custodias, aún para los socios que no frecuentan habitualmente esas instalaciones. Muchos al llegar se sienten perfectos desconocidos ya que ni los guardias son los de siempre y se multiplican por todas partes».
Oportunamente, Walter Beltrame también habló de los vínculos de la empresa SW con un importante funcionario kirchnerista. En ese momento, el «encargado de pasajeros frecuentes» (Beltrame) confesó que el secretario de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime, tenía demasiada injerencia en las decisiones de la empresa.
Cuando Beltrame fue interrogado sobre quién ordenaba que se hiciera caso a las órdenes de Jaime, respondió: «Juan Maggio. Para él, Jaime era parte de la empresa».
Lo que dice Beltrame es lo mismo que muchos empiezan a sugerir en voz baja: detrás del escándalo estaría la figura de Ricardo Jaime, puesto en su cargo por el ministro de Planificación Julio De Vido, cajero histórico de Kirchner desde sus tiempos de Gobernador de la provincia de Santa Cruz.
Tal vez en este marco se entienda la encendida protección que el Gobierno le está otorgando a Jaime, la misma que recibe desde hace meses cuando su nombre comenzó a aparecer en medio de no pocos escándalos de coimas y otros negociados.
Esto nos obliga a preguntarnos una vez más ¿Hasta qué punto no está implicado el Gobierno en este escándalo?
Conarpesa: De Vido también
El santacruceño Julio De Vido es conocido como el “hombre fuerte” del gabinete de Néstor Kirchner. Al frente de una cartera con amplias facultades posee, entre otras, la atribución de intervenir en la fijación de las políticas de transporte, comunicaciones, energía y minería.
De Vido ha sido mano derecha del Presidente Kirchner desde sus años de Gobernador en Santa Cruz y es señalado como el principal artífice del polémico envío de los 532 millones de pesos a cuentas bancarias en el exterior.
La cartera de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios que maneja Julito concentra todo lo inherente a saneamiento, obras públicas, vivienda, explotación y aprovechamiento sustentable de los recursos hídricos, actividad vial y organización de la inversión pública, una “gran caja”. Asimismo, los complejos Binacional Yacyretá y Salto Grande, que generan importantes dividendos al Estado, también quedaron bajo su dominio.
Es en ese marco que De Vido «colocó» a Ricardo Jaime en su cargo de secretario de Transportes, un lugar más que estratégico si de hacer negocios se trata.
Kirchner tiene tal confianza en De Vido que le ha delegado sectores que han dependido históricamente de Presidencia de la Nación, como las áreas de «desarrollo urbano» y «energía atómica».
Y es que, desde sus días como Gobernador en Santa Cruz, Kirchner ha tenido en De Vido a uno de sus mejores colaboradores a la hora de hacer tareas oscuras.
Daniel Gatti, autor de la biografía del primer mandatario –El amo del feudo-, lo comenta así: “tal como ha ocurrido casi siempre durante la gestión de Kirchner en la provincia de Santa Cruz, el trabajo sucio es encomendado a Julio De Vido”.
Es dable destacar que Jaime y De Vido aparecen relacionados, de alguna u otra manera, con la kirchnerista empresa Conarpesa (5). El ministro de Planificación, por caso, se vincula con la muerte de Raúl Cacho Espinosa, competidor directo de la firma referida.
Veamos: Espinosa fue asesinado en la ciudad de Puerto Madryn el 30 de enero del año 2003. Por los datos recabados por la justicia y en ámbitos parlamentarios, el crimen está lejos de haber sido un episodio policial más. Y es que los acusados de instigar el homicidio (Juan Alvarez Cornejo y su hijo Fernando) son los titulares de la sospechada empresa.
Como consta en la causa judicial, tres meses antes de su muerte Espinosa mantuvo una reunión con Julio De Vido, a quien -según declaraciones de la esposa del difunto, Lorena Galbarrus- le habría planteado manejos cuestionables de Conarpesa y la hipótesis de que podrían atentar contra su vida, cosa que posteriormente sucedió. A pesar de la gravedad de lo sucedido, De Vido siempre mantuvo un férreo silencio sobre la cuestión.
Más que coincidencias
Como comentáramos en una parte de este artículo, comienzan a aparecer en los últimos días claros vínculos entre el escándalo de las valijas de SW y lo que fue en su momento la Operación Langostino. Esto, que podría parecer casual, no lo es en absoluto. La empresa que en su momento operó para poder traficar drogas en el marco de este último escándalo fue Estrella de Mar, estrechamente relacionada con Conarpesa.
Veamos las coincidencias que se dan entre las firmas referidas:
Conarpesa S.A es una empresa pesquera radicada en Puerta Madryn. Fue fundada por el español Juan Alvarez Cornejo y su presidente es Fernando ídem. Su contacto comercial es Pescafina S.A., cuyo representante es Héctor Antonio, hijo de Jorge Antonio, uno de los dueños de Estrella de Mar, vinculada a la Operación Langostino.
Según cuenta un extenso informe confeccionado por gente del ARI -partido de Elisa Carrió- Conarpesa «se funda a mediados de los 70. Según testigos de identidad reservada, los dueños eran los Alvarez que manejaban la parte comercial pero siempre estaba por detrás Pescafina S.A. En esa empresa comenzó a trabajar Raúl ‘Cacho’ Espinosa, llegando a ser Vicepresidente. Luego Espinosa se va de la empresa y funda Pesquera San Isidro S.A. manteniendo relaciones de rivalidad y competencia hasta su muerte. A su vez la primera esposa de Espinosa cedió los derechos que tenía en San Isidro S.A a Juan Alvarez, aunque ahora esa parte podría haber sido comprada por Héctor Antonio, quien además habría ofrecido comprarle su parte a Lorena Gabarrus (segunda mujer de Cacho Espinosa), madre de los mellizos de Espinosa y testigo de su muerte».
Oportunamente, Capefa (Cámara Argentina de Pesqueras, empresas Fileteras y Afines) denunció la operatoria de Conarpesa para quedarse con pesqueras, al amparo de los gobiernos provinciales de turno. Entre otras cosas, Capefa pide que «se dejen sin efecto los permisos usufructuados por Conarpesa con prácticas ilegales coimeando, presionando o extorsionando, mediante testaferros y en triangulación con empresas o empresarios argentinos».
Prosigue el informe del ARI:
«Relación entre Conarpesa y Pescafina argentina y española:
1) De las constancias del expediente criminal (fs. 265) surge que Juan Alvarez consultó a Ignacio Pesquera, gerente de Pescafina, para negociar con la ex esposa de Espinosa la sesión de sus derechos sobre Pesquera San Isidro. En el membrete de este faz figura Pescafina en un extremo y Conarpesa en el otro. En la página oficial de Conarpesa que figura en Internet el Sr. Héctor Antonio, hijo de Jorge Antonio e integrante de Pescafina a aparece como el contacto comercial de Conarpesa.
2) La relación entre Hector Antonio y los hermanos Alvarez se remonta al origen mismo de Conarpesa y mantuvieron relaciones comerciales permanentes hasta el definitivo control a partir del año 2000. No sólo Pescafina intervino en el acuerdo de sesión de los derechos de Alicia Martínez, sino que el propio Héctor Antonio ofreció a la segunda mujer de Espinosa comprarle las acciones de San Isidro correspondientes a la parte de los mellizos hijos de Espinosa y Gabarrus.
3) Toda la documentación corrobora la tesis de que detrás de los Alvarez está Hector Antonio. Hector Antonio, hijo de Jorge Antonio es quien estuvo involucrado en la quiebra fraudulenta de diversas empresas pesqueras en la década del ochenta. Una de esas empresas, Estrella de Mar estuvo ligada a la investigación de la mayor operación de tráfico de cocaína, ya que la cocaína era acomodada en envases para transportar langostinos con el logotipo de Estrella de Mar. Por último, a través de la misma empresa Estrella de Mar se vinculó a los Antonio con el BCCI, según consta en el Informe de Lavado de Dinero.
4) Desde el año 2000, fecha aproximada desde cuando Pescafina controla totalmente a Conarpesa, ambas empresas tienen su sede en la misma dirección y en el mismo piso, a saber: Salguero 2731 7° piso».
Las coincidencias son demasiadas y las meras sospechas se van transformando en hechos concretos.
Concluyendo
Si la simple indagación de datos y chequeo de información, arroja semejantes resultados, mejor será no pensar qué puede llegar a surgir de la investigación profunda por parte de la justicia o alguna fuerza de seguridad concreta.
La enorme cantidad de coincidencias encontradas, sumado a los indicios que surgen de nuestra rigurosa investigación, deberían ser suficientes para que un fiscal federal ordene la inmediata conformación de un expediente judicial.
Los funcionarios involucrados en los escándalos referidos, lejos de haber sido expulsados por sus conductas, son premiados con cargos importantes -de primera y segunda línea- dentro del gabinete de Kirchner. Al mismo tiempo, se siguen «negociando» nuevas rutas con conocidas empresas aéreas, como el caso de Austral, que en estos días se encuentra gestionando la solicitud formal de rutas internacionales, tal cual puede verse en los documentos scaneados al final de este artículo.
La falta de escrúpulos evidenciada por el oficialismo demuestra que nos encontramos frente a uno de los gobiernos más corruptos de la historia argentina. Esto se ve agravado cuando observamos que la prensa es acallada permanentemente a efectos de que nada salga a la luz y que la justicia está supeditada al poder político.
Si todo lo detallado en este artículo no genera la suficiente repercusión, no tendremos de qué quejarnos cuando las drogas terminen de saturar nuestro país y nuestros hijos agonicen por los efectos de esos mismos narcóticos.
¿Será justicia?
Christian Sanz
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